Anoche, ante los anuncios del gobierno provincial sobre medidas que limitarán la circulación de personas en el Gran Rosario, en Santa Fe la Municipalidad propuso una serie de medidas para que no haya que retroceder de fase y el impacto no sea tan grande. Por un lado, las alternativas restrictivas que el municipio buscó permiten sostener el movimiento económico sin generar mayores riesgos sanitarios. En concreto, los bares y restaurantes son el sector que debe reducir su capacidad al 30 por ciento de ocupación de mesas. La otra cara es la de los espacios públicos, que amanecieron señalizados.
Luego de los anuncios de Jatón, así amanecieron la plazas en Santa Fe





Con largas cintas blancas que llevan impresas la palabra "peligro" junto a franjas rojas, la Municipalidad prohibió los juegos para las infancias en plazas del casco céntrico. Incluso los asientos fueron también vedados a través de estas señaléticas. Hasta esta mañana, se respetó el no ingreso a los juegos de parte de las personas que visitaron el lugar con sus pequeños.
Ayer el intendente de la ciudad, Emilio Jatón, grabó un video para darle un mensaje a los santafesinos donde les pidió que se cuiden porque "si la curva sigue en ascenso, habrá que tomar medidas". El mandatario local comenzó diciendo: "Yo sé que estás cansado. Que querés salir y necesitás trabajar. También sabés que estamos en el momento más crítico de la pandemia, que todos los días sumamos casos y que la ocupación de camas se va sumando tanto en hospitales como en sanatorios. Pero, además, se suma tu angustia".
Además, Jatón recordó que "hace una semana estamos en circulación comunitaria" y que por eso "hay que cuidarse más que nunca". Por eso pidió que si se puede no salir este fin de semana, es mejor quedarse en casa. Y dijo que "todos tenemos que hacer nuestra parte".
Las nuevas normas, que se conocieron a través de la página web de la Municipalidad minutos después del mensaje grabado, están vinculadas a una reducción en la cantidad de personas que concurran a los establecimientos gastronómicos de la ciudad. La capacidad en los espacios cerrados quedará reducida al 30 por ciento (era del 50 por ciento). Mientras que en las veredas se permitirá la ocupación de todas las mesas siempre y cuando se respete el distanciamiento entre los comensales y entre los distintos grupos de personas que asistan.