En los 26 partidos que Colón lleva jugados en el Torneo debió convivir con la falta de eficacia en ambas áreas. El equipo atacó mal y defendió igual o peor. Y los números están a la vista, dado que el elenco sabalero está entre los seis equipos que menos goles anotaron y entre los cinco a los que más le convirtieron.
Colón convivió con la ineficacia en las dos áreas

UNO Santa Fe / José Busiemi
Colón falló en las dos áreas a lo largo de todo el Torneo. Está entre los seis equipos que menos goles convirtieron y entre los cinco que más le anotaron.
Colón tiene una diferencia de gol de -12, como consecuencia de 23 goles a favor y 35 de en contra. Los equipos que marcaron menos goles que el Sabalero son Aldosivi (16), Lanús (21) y Platense (22). Los dos primeros, precisamente son los últimos dos equipos de la tabla. Mientras que Banfield y Rosario Central convirtieron la misma cantidad (23).
Por su parte, los equipos más goleados del Torneo son Aldosivi (45), Estudiantes (40), Lanús (39), Barracas Central (36) y Colón (35). La falta de solidez del Sabalero se traduce en las estadísticas mencionadas, pero además en otro dato contundente y es que de los 26 partidos, en solo cinco mantuvo la valla invicta.
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Que fueron los triunfos con River y Patronato, ambos por 1-0. Y los empates con Gimnasia, Newell's y San Lorenzo 0-0. Respecto a los goles a favor, de los 23 convertidos, 15 de ellos fueron anotados por dos futbolistas, Ramón Ábila con ocho y Luis Rodríguez con siete. Es decir que el 65% de los goles los marcaron Wanchope y el Pulga.
Eso indica las dificultades que mostró el equipo en función de ataque, dependiendo y mucho de los dos jugadores mencionados. Y es que en las 26 fechas, solo siete futbolistas pudieron marcar. Facundo Farías con tres goles, Christian Bernardi, Santiago Pierotti, Tomás Sandoval y Facundo Garcés con un gol cada uno.
El partido ante Defensa y Justicia fue la síntesis de lo ocurrido durante toda la competencia. El equipo apenas marcó un gol que fue de penal, generando un sinfín de chances como para marcar y en el aspecto defensivo recibió dos goles, aún cuando el rival no atacó demasiado. Más allá de la falta de funcionamiento, Colón adoleció la falta de efectividad en las áreas, donde precisamente se definen los partidos.