Argentina está sincronizada al huso horario UTC-3, pero si se mira el mapa, algo no concuerda. Geográficamente, el país está ubicado entre los husos UTC-4 y UTC-5. Desde 1969, Argentina mantiene de forma permanente el horario UTC-3, una medida que en su momento se adoptó para aprovechar la luz del verano.
En Santa Fe y Argentina rige un huso horario equivocado: por qué es necesario aprovechar la luz del Sol
Argentina vive una hora más adelantada de la que corresponde por posición geográfica. Sería práctico ajustar la hora oficial para aprovechar la luz natural
		
Santa Fe, Argentina, con el huso horario desfasado
Amanecer "nocturno" en Santa Fe
Pero con el paso de los años, este horario quedó fijo, y hoy muchas provincias, entre ellas Santa Fe arrancan sus jornadas con el cielo completamente oscuro.
Un reloj corrido
Si se traza una línea imaginaria, provincias como Mendoza, San Juan, Catamarca, La Rioja o Salta están mucho más alineadas con el huso UTC-5. Incluso Buenos Aires y Córdoba están más cerca del UTC-4 que del UTC-3. Sin embargo, todas viven bajo el mismo horario oficial.
Las consecuencias del huso horario errado en Argentina
Este desfase entre la hora solar y la hora oficial afecta de varias formas
- Salud y ritmo biológico: expertos en cronobiología como Diego Golombek explican que cuando vivimos "adelantados", nuestros ritmos circadianos se desajustan. Eso puede derivar en trastornos del sueño, fatiga, menor rendimiento y hasta problemas de salud mental.
 - Consumo energético: arrancar el día en plena oscuridad implica más uso de luz artificial, calefacción y energía en general. En lugar de ahorrar, podríamos estar generando mayor consumo.
 - Vida cotidiana y productividad: para muchos trabajadores y estudiantes, el día empieza cuando el Sol todavía no salió. Eso influye en el estado de ánimo, la concentración y hasta la seguridad en la vía pública.
 
El proyecto que quedó en la nada
En 2022, el diputado Julio Cobos propuso volver al huso horario UTC-4, que es el que geográficamente le corresponde a la mayor parte del país. La idea no es nueva: en otros momentos de la historia argentina se alternó entre UTC-3 y UTC-4, según la época del año.
Con el UTC-4, el Sol saldría y se pondría más cerca del ritmo natural. Las mañanas tendrían más luz desde temprano, y las tardes seguirían siendo luminosas en buena parte del año.
En el resto del mundo
No somos los únicos. En Europa, España vive en el huso horario de Europa Central (UTC+1), aunque le correspondería el horario de Europa Occidental (UTC+0). Esa desalineación también es cuestionada por científicos.
En el caso argentino, la decisión de mantener un horario que no coincide con la posición solar responde más a costumbres, políticas y decisiones económicas que a criterios científicos o sanitarios.
Alimentación y luz del Sol
Un concepto que también gana fuerza es el de alimentación restringida en el tiempo, una estrategia que sugiere comer solo dentro de una ventana diaria de 8 a 10 horas, alineando las comidas con el ciclo de luz solar. Esta práctica, además de mejorar marcadores metabólicos como la insulina y la presión arterial, busca acompañar los ritmos circadianos naturales. Comer cuando hay luz solar y evitar la ingesta durante la noche permite que el cuerpo funcione de forma más eficiente, según explican diversos estudios científicos. Esta idea refuerza la importancia de revisar el huso horario argentino: vivir según el sol no solo mejora el descanso, sino también cómo se come y metaboliza los alimentos.
Una iniciativa que debiera tenerse en cuenta
Cambiar el huso horario podría parecer una medida menor, pero tiene un impacto directo en la calidad de vida, el consumo energético y hasta en la salud pública. Replantear qué hora usamos puede ser el primer paso para vivir más conectados con el entorno natural.
Con un simple ajuste, se podría ganar más luz, mejor descanso y una vida más sincronizada con el verdadero ritmo del organismo.
  

  


  


  

  



