Por varias razones, como su facilidad de reproducción, sus altas calidades nutritivas y la reducción de los riesgos de zoonosis, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha mencionado en reiteradas oportunidades que los insectos pueden ser el “alimento del futuro”.
Insectos comestibles: en qué instancia está la Argentina
Más aún en un escenario global en que la población alcanzará las 9.000 millones de personas y hay una presión muy grande para modificar los métodos de producción de alimentos, intentando cuidar más los suelos y achicando las emisiones de gases nocivos, por ejemplo, en el caso de la hacienda bovina.
En ese contexto, el próximo lunes 17 de abril, de 13.30 a 18, tendrá lugar el Primer Encuentro Nacional de la Cadena de Valor de Insectos para Consumo Humano y Animal, bajo los lemas “Una industria en expansión” y “El futuro de la alimentación”.
El evento, organizado por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), junto a las secretarías de Industria y de Agricultura, y a la Cámara Argentina de Productores de Insectos para Consumo Humano y Animal (Capicha), será por zoom.
Panes y pastas de grillos
Aunque al escucharlo pueda sorprender, en Argentina es una novedad a medias: desde los Institutos Nacionales de Tecnología Agropecuaria (Inta) e Industrial (Inti) hace años que vienen investigando el potencial sobre todo de la harina de grillo, hasta hoy el insecto que muestra más aptitudes para este inusual destino de alimentar personas y animales.
En 2020, por ejemplo, el Inti desarrolló los primeros prototipos de panes, muffins y budines con 90% de harina de trigo y 10% de polvo de grillos adultos.
“El color observado fue semejante al de alimentos que contienen harinas integrales, con olor y sabor agradable. El polvo proveniente de grillos adultos y secado bajo condiciones óptimas, posee el mayor contenido proteico, alrededor de un 60% en base seca con un 37% de aminoácidos esenciales”, señalaron los investigadores en ese entonces.
Luego, en septiembre del año pasado, un artículo publicado por la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (Fauba), enumeró las investigaciones que se están haciendo en el país y el potencial nutritivo de los grillos.
“Tanto el consumo como la producción de grillo tienen características atractivas. Son muy versátiles. Se pueden procesar e incorporar como polvo en distintos productos como barras de cereal, panificados y fideos, para mejorar sus propiedades nutricionales”, destacó Julieta Di Meglio, egresada del Máster Internacional en Tecnología de Alimentos de la Fauba y la Universidad de Parma, Italia.
Y agregó que los fideos de grillo poseen un contenido de proteína cercano al 60% –los cereales tienen alrededor de 15%– y también aminoácidos esenciales, vitaminas, minerales y ácidos grasos.
Por último, en enero pasado, el Inta también compartió un contenido vinculado a las diferentes investigaciones que se están realizando con harina de grillo, que puede verse completo aquí.