Los tiempos cambiaron y los horarios laborales también, por lo que llevar la comida de casa significa achicar gastos, pero además los profesionales recomiendan ingerir alimentos para evitar trastornos en la salud y aumentar de peso por "comer cualquier cosa o no comer". Esta tendencia se replica en los hogares, donde las viandas son una opción, se piden en cantidad y luego se guardan en el freezer para la hora del almuerzo o la cena solo darles un golpe de horno o de microondas; o llegan menús diarios, con alternativas variadas para todos los gustos y, sobre todo, "recién hechas".
Las viandas caseras, entre la falta de tiempo y el cuidado de la salud

Por Virginia Giaime

Juan Manuel Baialardo/ UNO Santa Fe
En definitiva, las viandas ganan cada vez más terreno demandadas por las ganas de adelgazar, de controlar las porciones y la ingesta de calorías en cada comida, la necesidad de una alimentación sana y nutritiva o la falta de tiempo para dedicarle a la cocina, para enumerar algunas de las razones más comunes. Hoy Facebook es una herramienta esencial para promocionar, ofrecer y mostrar las diferentes opciones. Hay menús veganos, vegetarianos, bajos en calorías, preparaciones con o sin harina, o elaboraciones que contienen carnes, para mencionar algunas.
Lorena Ferreira (Lò Dulce Salado), Milena Gracioso (Luna Llena Comida Sana) y Belén Castro (Rico y Verde) son tres emprendedoras santafesinas que encontraron con sus preparaciones no solo plasmar lo que les gusta consumir, sino además ayudar a personas que quieren encarar otro estilo de vida y no lo pueden lograr, pero sobre todo es una salida laboral. "Estudié gastronomía y tenía una nena chiquita, entonces tenía que hacer algo. Me capacité porque me gustaba pero también era una salida laboral. Me interesa el tema del cuidado porque yo lo hago, entonces además de cocinar me interesó conocer y asesorar a la gente", detalló Ferreira que hace dos menús diarios, uno con preparaciones con harina y el otro sin.
En cambio, Gracioso ofrece hamburguesas veganas y prepizzas integrales, todo "listo para freezar"; mientras que Belén Castro tiene preparaciones vegetarianas. "Soy vegetariana hace siete años aproximadamente y tenemos un negocio familiar de gastronomía hace 16 años, es decir que la cocina está incorporada en nosotros porque nos dedicamos a eso. Siempre me gustó cocinar y sobre todo vegetariano ya que tenés que investigar y aprender para comer balanceado. Hice curso de chef pero aprendí más con la práctica. Cocinar es probar, inventar, cortarse, quemarse y pensar que siempre podés hacerlo más rico y mejor", dijo Castro.
Y Milena Gracioso contó que también es vegetariana al igual que su mamá y su hermana, con quien comenzó a elaborar las hamburguesas, pero completamente veganas. "Nuestros productos tienen avena, mijo y verduras frescas y las hacemos, las freezamos y se entregan así los viernes, congeladas y precocidas, y después se terminan de cocinar en el horno o en una sartén", detalló esta emprendedora.
La vidriera
"La comida entra por los ojos", reza un viejo refrán y eso es lo que intentan hacer día a día estas emprendedoras a través de las imágenes que publican en Facebook. A las tres se las puede encontrar en la red social donde ponen un detalle de los ingredientes de las preparaciones y las fotos reales de cada plato. Además de los precios y los números y formas de contacto. Belén Castro, de Rico y Verde, a pesar de que su familia tiene un local gastronómico, elabora sus comidas en su domicilio particular.
Las otras dos también hacen lo mismo, pero persiguen el sueño de tener un local. Milena Gracioso el año que viene pretende abrir su propio negocio, "salir a la calle", dijo. Lorena Ferreira también, pero anhela incorporar otros productos. "La venta es únicamente por Facebook, por ahora, pero sabemos que en algún momento tenemos que salir a la calle con un local porque estamos en un lugar que nos está quedando chico. Pretendemos elaboración y la venta al público, pero también con una dietética", agregó esta última.
A Belén la ayuda su familia para poder cumplir con los pedidos; Milena comenzó hace casi dos años junto a su hermana Luciana, luego ella se fue a vivir a Rosario y lo continuó con su mamá, Marta Solís, y cuatro amigos: Rocío y Arlén Asencio, Sabrina Brosutti y Maxi Antunes (hace las prepizzas). Lorena también arrancó hace dos años sola y luego de mucho esfuerzo, hoy colaboran con ella cuatro personas más. "Cuando arranqué trabajé para otra persona y después empecé a cocinar, armar, cerrar, vender, distribuir y todo yo sola. Hasta que uno de los chicos que trabajaba también en el otro lugar se sumó y ahora somos un equipo de cinco personas y todos los días les brindamos asesoramiento y buenos alimentos a los clientes", dijo.
De moda
Las tres coinciden en que hoy las viandas son un furor. "En ciudades grandes como Buenos Aires, el tema de las viandas hace mucho tiempo que está súper desarrollado por el ritmo de vida que allá se lleva. Acá, es un poco más "nuevo" el comer viandas y ni hablar el vegetariano", contó Castro.
Y Ferreira agregó: "Veo que esto crece día a día, por eso decidí contactarme con una nutricionista porque me aparecen cada vez más personas con problemas de salud y no se cómo explayarme. Esto significa que vamos creciendo y las personas se cuidan un poco más, se empezaron a dar cuenta de que si tenés una buena alimentación, el organismo te responde de manera diferente. Además, hoy en día no tienen tiempo sobre todo para elaborar este tipo de comidas, entonces se siguen sumando, sobre todo por esto".
En esta línea, Gracioso contó: "Mi hermana lo empezó a hacer porque es vegetariana y mi mamá también, luego me sumé yo. Luciana se empezó a cocinar para ella y así empezamos a vender. Ella ahora vive en Rosario y tiene su emprendimiento allá y yo lo seguí acá. Le va muy bien. Es increíble la respuesta de la gente, hacemos y vendemos todo, constantemente tenemos clientes nuevos, el Facebook es importante pero también el boca a boca".
Los grandes clientes
El éxito de las viandas radica en que es un concepto muy práctico, versátil y por sobre todo sano. Por suerte la sociedad está modificando sus ancestrales conductas alimenticias para encaminarse definitivamente en una alimentación más prolija y responsable. Además, las viandas se adaptan muy bien a la vida contemporánea de una gran ciudad donde el tiempo apremia.
Otra de las ventajas es que las viandas son accesibles, todo depende de las necesidades del cliente. Los precios parten de los 55 pesos por menú hasta 85 pesos aproximadamente o los 350 pesos semanales e incluyen envíos a domicilio. Y las cosas para freezar pueden ser las hamburguesas que se las encuentran a 130 pesos la docena, más o menos, según los ingredientes.
"La mayor parte de mis clientes fijos son personas adultas que lo hacen por recomendación del médico, comer menos carne, más verduras, más sano, lo de siempre, en definitiva. Y después hay un grupo joven que son vegetarianos por elección. Por otra parte, creo que hay algunos médicos, incluidos nutricionistas, que les aconsejan a sus pacientes que no dejen de comer carne por el hierro. Pero hoy existen muchísimos alimentos que aportan todo lo que el organismo necesita para estar sano y bien nutrido", explicó Castro.
Para muchos puede ser una moda, pero lo cierto es que están entre la falta de tiempo y el alimentarse sano y variado. En definitiva, hombres y mujeres se interesan cada vez más por las distintas alternativas que hay en el mercado santafesino.