Lamentablemente, el deporte sigue dando hechos increíbles y, en algunos aspectos, reprobables. Sobre todo, en el alto índice de saña o violencia hacia los encargados de controlar las acciones. En este caso, el básquet, donde este domingo por la noche se vivió un momento de extrema tensión en el Torneo Provincial durante el encuentro que sostenían Platense y Gimnasia de Chivilcoy.
Básquet: estalló de ira y corrió al árbitro para pegarle
Con el marcador 53-46 para el local y con apenas 32" disputados del último peldaño, José Pappalardi volvió a la cancha con la clara intención de atacar al árbitro Andrés Álvarez tras protagonizar dos jugadas antideportivas que, indefectiblemente, depararon en su expulsión. Así, envuelto de ira, volvió de su caminata a los vestuarios decidido a increpar al juez. Tanto es así como emprendió una persecución por el rectángulo de juego.
Lógicamente, el árbitro no dudó en escapar, saltó un cartel como el mejor de los velocistas en vallas y se dirigió hacia un pasillo donde daban sus espacios de vestimenta. Como consecuencia de la escandalosa escena, el juego fue suspendido.
Varios compañeros de José Pappalardi, con sus imponentes 205 centímetros, intentaron frenarlo y por lo menos amilanaron su marcha. De lo contrario, quizás el desenlace hubiera sido complicado. El colegiado Andrés Álvarez finalmente no fue lastimado y quedó bien.
Desde ya, se espera una dura sanción para el jugador, que no pudo contener los nervios y buscó desahogase con sus manos.