Un verdadero escándalo envuelve a dirigentes y entrenadores del fútbol femenino de Rosario Central después de que algunas jugadoras hayan anunciado su desvinculación y denunciado discriminación y maltrato.
Escándalo en Rosario Central por discriminación y maltrato
Hay versiones que indica que entre 15 y 17 futbolistas abandonarían el plantel antes de la pretemporada acusando malos tratos y discriminación por parte del cuerpo técnico y no haber sido escuchadas por la dirigencia.
En su cuenta de Instagram, Maira Sánchez, una de las afectadas, contó: "Por motivos extra futbolísticos y de una manera muy injusta no voy a vestir más esta camiseta. El 9/11/21 me llamaron a uno de los vestuarios y a solas me comunica nuestra DT que me echaba del plantel "profesional" por haberme, supuestamente, besado dentro del club con una compañera".
"¿A dónde está la Secretaría de género? ¿A dónde están las personas que defienden nuestros derechos? ¿Por qué no se me valora cómo deportista? ¿Acaso mi vida personal tiene más peso que mi rendimiento deportivo?", expresó la jugadora que estuvo 6 años en la entidad de Arroyito.
"Espero que de ahora en adelante no se encierren en un cuartito después de los entrenamientos para ser profesionales, para poder tener contrato, para sentirse importante, para poder gozar de beneficios y privilegios, porque ese no es el fútbol femenino que queremos y menos en Central", dijo la ya ex jugadora canalla.
"Ojalá puedan aprender los verdaderos valores que este deporte tan lindo tiene y que además sea un espacio en donde no confundan las cosas personales con la disciplina", destacó.
La tristeza e impotencia de Micaela Bianchi
En el mismo tono, la arquera Micaela Bianchi publicó: "Mi baja en el club no es por mi rendimiento deportivo si no por defender mis ideales y los de mis compañeras", a la vez que no pudo esconder su "tristeza e impotencia, porque el cuerpo técnico no nos valoro y los dirigentes no escucharon nuestro reclamo y nuestra angustia".
"Deseo de corazón que la situación Rosario Central se revierta para las pibas que vienen, puedan hablar y expresarse sin ningún tipo de miedo. Hoy elijo estar en un lugar donde sea libre de expresar mi postura, donde no le tenga miedo a las represalias y las bajadas de línea, donde me sienta respetada y valorada y sobre todo donde no haya que ser tibia para pertenecer", concluyó.