El Real Madrid está vivo. A pesar del sufrimiento, del bajón futbolístico y de los sustos innecesarios, sigue en carrera por la Liga. Este domingo, en un Santiago Bernabéu que pasó de la fiesta al nerviosismo en cuestión de minutos, el equipo de Carlo Ancelotti venció 3-2 a Celta de Vigo y se mantiene a cuatro puntos del líder Barcelona, a tan solo una semana del clásico que puede cambiarlo todo.
Real Madrid le ganó con sufrimiento al Celta de Vigo y llega con vida al clásico
Real Madrid se impuso ante Celta de Vigo por 3-2 con golazos de Arda Güler y Kylian Mbappé (2) y no le pierde pisada a Barcelona en la cima.

Real Madrid, en carrea a puro golazos
Lo ganó con golazos, sí: una joya de Arda Güler y un doblete de Kylian Mbappé, que ya se pone a tiro en la tabla de goleadores con 24 tantos, apenas uno menos que Robert Lewandowski. Pero también lo sufrió más de la cuenta: con el ingreso de Iago Aspas, el partido cambió por completo, y Celta lo puso contra las cuerdas en los últimos minutos, marcando dos goles que encendieron las alarmas blancas.
“No puede pasar más”, fue el mensaje tajante de Federico Valverde tras el partido. El mediocampista uruguayo, voz autorizada dentro del vestuario, fue crítico: “Jugamos un gran primer tiempo, pero luego nos caímos. Le dimos vida a un rival que no lo merecía y casi lo pagamos caro. Eso ya nos pasó muchas veces. Hay que corregirlo”.
La victoria, no obstante, fue clave. Si el Madrid no ganaba, Barcelona hubiese quedado a un paso del título, con la posibilidad de consagrarse directamente si vencía a los blancos en el clásico del próximo domingo. Ahora, ese duelo en Montjuïc será una final anticipada. Ganar es la única forma de seguir soñando.
Y mientras el Real mira ese partido como su última chance, también se ilusiona con la presión que el calendario pone sobre los culés: en medio del sprint final, Barcelona debe visitar al Inter por Champions, jugar el derbi catalán con Espanyol y cerrar contra Villarreal y Athletic. En ese margen, Madrid espera encontrar el resquicio.