Este miércoles, ni bien se inició la sesión en Diputados, el presidente de la Comisión de Presupuesto, Julián Galdeano (UCR), propuso darle preferencia para una sesión al proyecto de presupuesto que recién estaba ingresando a la Cámara baja con la resonada media sanción que obtuvo el jueves pasado en el Senado. La idea del oficialismo era que mañana, jueves, se dé por terminado el tema. Aunque por las dudas y como nunca en el año la Cámara se convocó a sesionar los últimos tres días hábiles de la semana, por lo que el viernes es un reaseguro.
El presupuesto, la excusa para la pelea política de fondo
Por Hipólito Ruiz
Pero el pedido de Galdeano fue parado en seco por el diputado Luis Rubeo que dijo que no veía el apuro si el proyecto iba a la comisión de Presupuesto que estaba convocada para las 17.30 de este miércoles y para las 9 de este jueves. En Diputados todo estuvo atravesado por el presupuesto.
A tal punto que en un determinado momento el diputado Joaquín Blanco pidió preferencia para una sesión para el proyecto de la ley de góndolas, cuando se había acordado tratarlo dentro de dos sesiones. Blanco argumentó que su pedido se debía a que el Presupuesto iba a tener dictamen en la Comisión de Presupuesto. Galdeano, que se sienta al lado de Blanco, con una gran sonrisa dijo: "Bueno, vamos a ver". Mientras que Rubeo abría los brazos como no entendiendo lo que sucedía.
Blanco miró hacia la bancada justicialista y pidió que se expresaran. "Al menos un gesto", dijo ante el silencio de Rubeo y Leandro Busatto, que a propósito miraba su teléfono y se hacía el desentendido. Finalmente Rubeo dijo: "Si el diputado (por Blanco) hace futurología, está bien". La sesión siguió y tuvo otros cruces que hicieron referencia al presupuesto. Pero la verdadera negociación vino después.
Idas y vueltas en los pasillos
Ni bien terminó la sesión en la Cámara baja los diputados Federico Angelini (PRO) y Joaquín Blanco (PS) fueron al despacho del bloque de senadores del PJ y se reunieron con el presidente de esa bancada, el sanlorencino, Armando Traferri, pieza clave para que el jueves pasado el Senado aprobara con los dos tercios de los votos el presupuesto enviado por el gobernador Miguel Lifschitz.
El encuentro duró minutos y ambos legisladores se fueron a la comisión de presupuesto a tratar de darle dictamen al Presupuesto. De forma paralela comenzaron a llegar el resto de los senadores justicialistas que iban a prepararar la sesión de mañana. En el pasillo todos se saludaron muy afectuosamente a pesar de haber estado en veredas opuestas el jueves pasado al votar el presupuesto.
Acto seguido llegaron junto a Alcides Calvo (senador por Castellanos, el departamento de Omar Perotti), Rubén Michlig, el hombre del gobernador electo en la transición y futuro ministro de Gestión Pública, y Esteban Borgonovo, quien sería el ministro de Gobierno, Justicia, Derechos Humanos y Diversidad del rafaelino.
Los enviados estuvieron un buen rato reunidos con los senadores que no se cansaban de repetir que estaban abiertos al diálogo. Pero uno, que pidió reserva, aclaró: "Una cosa es dialogar y otra acordar".
En ese sentido, acotaron que dialogando todo es posible y aseguraron que lo que dijo Traferri el jueves pasado en el recinto era cierto, que nunca Perotti les había pedido que no votaran el Presupuesto. El gobernador electo les ofreció a su vicegobernadora, Alejandra Rodenas, como mediadora. Pero no alcanzó.
Este miércoles por la tarde finalmente la Comisión de Presupuesto emitió un dictamen que no modifica ni en una coma lo que votó la semana pasada el Senado. Pero mañana está convocada para las 10.30 y lo más probable es que se le realicen modificaciones. Los puntos en cuestión estarían relacionados a la coparticipación, a poder disponer de recursos de bienes de capital para gastos corrientes y a un posible endeudamiento para el año que viene.
Las opciones no son muchas. Una es que el acuerdo de los cambios al mensaje que mandó el Ejecutivo y que se votó en la Cámara alta se vote sobre tablas (con la mayoría especial de los dos tercios) este jueves en Diputados y luego eso sea rubricado el mismo día en el Senado.
Si no prima el consenso y en Diputados no hay un dictamen con modificaciones, este jueves se podría pedir preferencia para una sesión y tratarse el viernes por la mañana el mismo proyecto aprobado en el Senado. Ahí, el oficialismo solo necesitaría mayoría simple, la mitad de los presentes más uno. Y Perotti se quedaría sin nada que mostrar.
Pero todo indicaría que en las últimas horas se abrió el diálogo y ese es el primer paso para empezar a encontrar el consenso que permitirá un funcionamiento un poco más armonioso e institucional entre el Poder Ejecutivo y el Legislativo. Habrá que ver si eso alcanza para recomponer los lazos de confianza o si cada negociación será tan dura como la primera.