Entre 2012 y 2013 se puso en venta en Santo Tomé el loteo denominado “Nueva Arboleda”, con un valor de 9.000 dólares por terreno. Alrededor de 150 familias fueron estafadas porque nunca recibieron sus lotes, fueron a juicio, pero no se pueden rematar los lotes debido a una estrategia judicial.
Familias estafadas con un loteo piden justicia

UNO Santa Fe
Las familias del loteo Nueva Arboleda esperan que se remate el terreno que compraron por casi 10 mil dólares, cuya ejecución se encuentra trabada por una estrategia judicial.
En diálogo con el programa La Mañana de UNO (de 7 a 9 por FM 106.3 La Radio de UNO) el abogado Rubén Decoud, representante de los damnificados, relató todos los detalles de la causa y por qué las familias no pueden recibir su resarcimiento, a pesar de contar con una sentencia favorable.
“Estaban a la venta 350 lotes y se llegaron a vender 150. Los que compraron ahí son personas que iban a construir su casa, compraron ese lote como parte de un proyecto de vida que se vio totalmente frustrado porque el loteo nunca fue aprobado, pese a que los desarrolladores (con patrocinio del doctor Domingo Rondina) hicieron un juicio contra la Municipalidad de Santo Tomé que perdieron, y jamás pudieron poner las cosas en condiciones para que la Municipalidad los apruebe”, introdujo el representante.
El terreno, de 15 hectáreas, está ubicado a las afueras de la ciudad, pasando el cementerio y en la zona del Club Independiente, a metros de la Ruta 19. Se promocionaba para la creación de un barrio residencial. “Básicamente no hicieron las obras, o sea: vendieron, vendieron y la plata se hizo humo”, dijo el abogado, y especificó que abonaron 60.000 pesos en 2012-2013, algo de 9.000 dólares en esa época.
Los compradores recibieron solo un boleto de compraventa, algo que mediante asesoramiento jamás deberían haber aceptado. “Deben asesorarse cuando hacen este tipo de negocio porque es un boleto de compraventa y para lotear un inmueble hay una serie de condiciones bastante rígidas que se tienen que cumplir, y prácticamente ninguna se cumplió acá”, alertó Decoud. “Básicamente solamente había un plano donde estaban dibujados los lotes enumerados y con eso vendían”.
Pero lo más grave estaba por ocurrir. “Cuando los primeros clientes me vienen a ver tomo una serie de medidas para preservar el terreno, que es la única garantía que tienen los compradores de recuperar (con suerte) la tercera parte de lo que pagaron en términos reales”, contó el abogado. “Sin embargo los originales vendedores venden nuevamente el terreno mediante un boleto de compraventa a un señor de Rosario”.
El experto explicó que este delito se llama “desbaratamiento o tentativa de desbaratamiento de derechos acordados”: nadie puede volver a vender lo que ya vendió, aunque sea en otra forma. “Le vendieron al tipo de Rosario las 14 hectáreas y media que integran el loteo con un boleto de compraventa, y el tipo de Rosario, sabiendo que estaban inhibidos, lo compró (entre comillas)”. Decoud informó que, encima, le vendieron las 15 hectáreas por el precio de una sola.
“En la primera etapa yo creo que no lo hicieron premeditadamente: manejaron mal el negocio y les fracasó. A lo mejor fueron imprudentes pero no creo que hayan incurrido en delito. Pero en el momento que venden lo que ya habían vendido, ahí sí cometen la estafa, aunque lo vendan en forma distinta”, resumió.
Estas familias están esperando hace ocho o nueve años la resolución de este conflicto, no por inacción de la Justicia, sino porque al principio buscaron todas las formas posibles de obtener su terreno, hasta que se realiza esta maniobra judicial. Los dueños originales son Coronel y Cardoso, y cuentan con el asesoramiento de un reconocido abogado constitucionalista de Santa Fe, Domingo Rondina.
“Están embarrando la cancha”, concluyó el abogado. “De acá a Rosario se ve que se trata de una maniobra delictiva, pero con eso logran parar el remate, que es la única salida que les queda a las familias damnificadas de recuperar algo de lo que pagaron”.
Finalmente, explicó que la única salida para las víctimas es rematar el campo, que dejó de ser un loteo, lo que se tendría que estar realizando antes de fin de año “y no va a poder ser por esta interferencia que está provocando permanentemente el señor Gustavo Calamaro con el patrocinio de Domingo Rondina”.
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