Central atraviesa un auténtico frenesí. El equipo está cumpliendo una digna campaña. También exhibe rasgos de inmadurez colectiva. Otro punto que resalta a simple vista es que es uno de los animadores más goleados de la Liga Profesional. El currículum marca además que Miguel Russo no logró amalgamar las piezas como pensaba cuando diagramó con tiempo la pretemporada. La directiva contrató un equipo entero para afrontar esta campaña. Ahora se viene Unión donde como local se mostró firme.
Rosario Central atraviesa los mismos problemas que Unión
A la hora de hacer eje en lo esencialmente futbolístico sobresale la anemia de los delanteros. De seis encuentros disputados, solo en dos oportunidades lograron ser los autores materiales del grito sagrado. Jhonatan Candia marcó en la primera fecha y Alejo Veliz en la tercera. Si bien el uruguayo luego fue a boxes por lesión, lo concreto es que la cosecha es magra. La resultante indica que el grueso de la facturación canalla hasta la actualidad (siete goles) fueron obra de los defensores y volantes. El sector ofensivo auriazul está en baja definición. La última vez que había sucedido algo similar data del Clausura 2002.
La falta de puntería de los artilleros canallas es tan notable como la generación de juego del medio hacia arriba. Esta versión centralista ofrece una variada gama de lectura. Lejos de seducir en cancha tiene otros condimentos que lo posicionan de manera especial frente al espejo de la realidad futbolera.
A simple vista se percibe que los delanteros tienen la pólvora mojada. Eso atenta contra cualquier sistema ambicioso. Aunque sería injusto soltar la guillotina sobre quienes recae la mayor responsabilidad de un equipo cuando se para mirando con sed de victoria hacia el arco rival. A su favor, al menos en este caso, le juega que este modelo de auriazul tiene serias falencias para sincronizar en la zona de volantes y complementarse con los punteros. Al carecer de una mente creativa por naturaleza se torna complejo poder abastecer a los hombres más ofensivos.
No es casual que de los siete goles que hizo el elenco de Arroyito, cinco hayan sido por intermedio de los defensores y mediocampistas. Entre estos paralelos lograron producir el grueso de los festejos. Sea en el Gigante como fuera de los límites del estadio mundialista, donde hasta el momento viene ratificando ser contundente: ganó los tres partidos que jugó.
Las estadísticas marcan que la presentación de la temporada, el canalla venció con lo justo a Argentinos 1 a 0, con un gol de Jhonatan Candia. Luego llegó el heroico empate en Tigre (2 a 2) vía las apariciones de Juan Cruz Komar y Facundo Mallo cuando el final del encuentro estaba por desplomarse sin piedad sobre las espaldas centralistas.
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Después llegó el triunfo contra Arsenal (2 a 1) con tantos de Francis Mac Allister y Alejo Veliz. Casualmente fue última vez que el hincha celebró una conquista marcada por un delantero de la casa. A la siguiente presentación recibió un baño de realidad futbolística ante Lanús (0-3). En la 5ª fecha obtuvo un 1 a 0, merced a un penal capitalizado por Ignacio Malcorra contra el también limitado Godoy Cruz.
Mientras que la imagen reciente es para el diván. Central fue goleado en Junín 4 a 1 por Sarmiento. Gino Infantino clavó el gol canalla, que terminó exponiendo las fisuras defensivas. De no haber sido por Fatu Broun, el resultado podría haber sido mucho más abultado.
Pero esta no es la primera vez que Central atraviesa una sequía así. Ya pasó en 2002. Fue en el entonces torneo Clausura, donde también había marcado siete goles. La historia marca que el equipo dirigido por Daniel Teglia igualó 0 a 0 con Lanús de visitante, por la primera cita del calendario. Luego venció 2 a 1 a Argentinos en Arroyito con tantos de Daniel Díaz y Luciano Figueroa.
En la cuarta jornada, ya que la tercera fue postergada, el defensor Leonardo Talamonti anotó el único gol auriazul en la derrota frente a Talleres (2 a 1) en Córdoba. Luego los canallas pasaron dos partidos sin inflar la red ajena: perdió 2 a 0 con Huracán (5ª fecha) y 1 a 0 con Racing por el postergado de la 3ª jornada.
En el sexto capítulo, los auriazules perdieron 3 a 1 con Unión en Santa Fe. Pablo Sánchez anotó el tanto auriazul. La 7ª jornada fue especial. Representó la despedida de Teglia en la victoria de Central ante Estudiantes en Rosario, con tantos de Federico Arias (penal) y Paulo Ferrari. Finalmente, en el debut de César Menotti como DT, Luciano De Bruno ante Chicago (ganó 1 a 0 en Mataderos) se convirtió en el séptimo goleador distinto en aquel Clausura 2002. ¿Qué semejanza tiene aquel equipo con el actual? La irregularidad ante todo y la poca eficacia de los atacantes.
Fuente: La Capital