Cualquiera que transite un domingo a la tarde de sur a norte por Pedro Víttori hacia el Parque Federal en bicicleta pudo haber experimentado ciertas caras de malestar de quienes pasean a pie por el único tramo de asfalto que hay en el inmenso espacio verde. El activismo de ciclistas organizados fue ganando cada vez más caminos en las calles de Santa Fe para aquellos que eligen una movilidad barata, accesible y saludable. Pero con cada vez más ciclovías que conectan puntos estratégicos, llegan peatones que ante la accesibilidad, la iluminación o por la estabilidad del suelo terminan ocupando las nuevas rutas y la convivencia urbana vuelve a complicarse.
Ciclistas reclaman veredas porque los peatones les ocupan las bicisendas
Por Bárbara Favant
Desde Santa Fe en Bici analizan en UNO Santa Fe la situación: "Como siempre, el paradigma autocéntrico implementado lo que hizo fue sesgar el diseño al automóvil particular olvidando por completo el respeto hacia la pirámide de la movilidad en donde se indica que el peatón tiene el primer lugar en prioridades, luego le siguen las personas en bici, el transporte público, el transporte de carga, y por último el auto particular".
Si bien celebran la recuperación de espacios públicos "como el parque Oroño o el espacio verde que existe alrededor de la zona de los ferrocarriles para aprovecharlos y crear nuevos espacios de esparcimiento", ven poca claridad en la ejecución de las obras: "Las personas confunden las bicisendas con áreas de paseo y no son interpretadas como vías de circulación de bicicleta. En este sentido, observamos que no son las personas las que están erradas, sino que la infraestructura es confusa", sentenciaron.
Bicisendas bajo la lupa
Desde la organización ciclista detallaron los inconvenientes que encuentran en las vías más transitadas por los usuarios de las dos ruedas: "La bicisenda de Avenida Alem es muy necesaria para conectar puntos importantes de la ciudad como son el centro y ciudad universitaria, más teniendo en cuenta que allí la convivencia entre autos y bicicletas se vuelve casi imposible con vehículos motorizados circulando a 60 km/h. Para que el ordenamiento del tránsito sea efectivo, se debe garantizar que la circulación de bicicletas sea posible en esa avenida. Y con cientos de peatones circulando sobre el mismo ancho asignado a bicicletas, esto no es factible".
Ahora, en cuanto a la bicisenda del Parque Federal, recordaron que el caso fue llevado a la Embajada de Ciclismo Urbano en Dinamarca en 2015: "Viajamos a Copenhague y llevamos registros de las bicisendas del Parque Federal para que sean evaluadas por ingenieros y arquitectos que brindaban el Máster Class y concluyeron que se trataba de una infraestructura incompleta, peligrosa y confusa. Ya que parecía bicisenda, pero al no tener veredas se utilizaba peatonalmente poniendo en riesgo a las personas que caminaban e impidiendo al ciclista ir a la velocidad de 15 o 20 km/h. Al regresar esa fue una de las cuestiones con las que más hemos insistido pero se reincide en estos errores, en nuevas obras", reclamaron.
Y destacaron que el 13 de marzo presentaron una nota al Concejo como petición particular ciudadana: "Propusimos la obligación de construir sendas para uso peatonal en cada bicisenda existente o nueva que tenga la ciudad. Esta medida está fundamentada en que es necesario, según el escenario, que cada agente de la movilidad urbana tenga su espacio adecuado para circular respetando siempre las prioridades de la pirámide de la movilidad". Y apuntaron: "A diario recibimos mensajes sobre la imposibilidad de transitar en las bicisendas de Pedro Víttori o el nuevo tramo de Av. Alem. O sobre la práctica que se ha hecho costumbre de encontrar personas ejercitándose sobre la ciclovía de la costanera. Siempre que recibimos estos reclamos explicamos qué sucede por el mal diseño de las ciudades, y que en ese sentido los espacios para caminar seguros, siempre son deficientes o escasos".
Cinco para el peso
Al mismo tiempo analizaron el caso de Bulevar, que en la remodelación del cantero central hubo un revuelo en el verano de 2018 que llevó a que se señalice que la pasarela era exclusiva para peatones ante el enorme caudal de ciclistas que transitaban por ese lugar: "En esa avenida se pensó espacio para peatón y para autos, que encima estacionan en lugares prohibidos. No se pensó en lugar seguro para bicis. Y en la nueva bicisenda de abajo del puente Oroño no se contempla el paso de peatones". Además, frente al caso de la colectora que une el Puente colgante con Ciudad Universitaria, "hay lugar para autos, y una «vereda-bicisenda»". Al mismo tiempo recordaron que en la Costanera Este la vereda figura como bicisenda en el mapa de ciclovías y bicisendas de la ciudad de Santa Fe: "Así es como fue pensada en principio, olvidando al peatón".
Y reiteraron que en Alem: "Hay lugar para autos, y se agregó lugar para bicis. No hay lugar para peatones". En contraste con el caso de Pedro Víttori resumieron: "Hay lugar para autos y para bicis en la bicisenda, pero no para peatones". Por otra parte, suman que en Avenida Freyre se pensó en lugar para autos, peatones y bicis por separado: "La bicisenda debería estar señalizada y pintada correspondientemente para indicar que allí circulan bicicletas, ya que se confunde con la vereda para peatones".
Por último argumentaron desde Santa Fe en Bici: "Es injusto que peatones y ciclistas tengamos que estar luchando por un metro cuadrado de infraestructura urbana, cuando los autos tienen cientos de metros cuadrados asignados (en muchos casos desperdiciados), y en la mayoría de ellos siempre viaja solo una persona. Para que la planificación urbana sea genuinamente a favor de las personas, a favor de un nuevo paradigma de movilidad, pacífico, seguro y sostenible es necesario que el diseño urbano potencie los espacios seguros para caminar y circular en bici, para estacionar bicicletas de manera segura, y que en estas acciones se desincentive el uso del automóvil particular".