Las vacunas sirven, son eficaces para minimizar el riesgo de cuadros severos del Covid y bajar las tasas de mortalidad. También se sabe que con el paso del tiempo los anticuerpos que generan van decayendo, pero ¿cuántas dosis son necesarias?
Covid: muchas dudas sobre la utilidad de una cuarta dosis de la vacuna

Gobierno Provincia Santa Fe
Vacunación en Santa Fe
A poco de que comenzó en la Argentina la colocación de una cuarta vacuna para grupos determinados, algo que también está ocurriendo en otros países de Europa y en Estados Unidos, los investigadores y los médicos se preguntan la verdadera utilidad de esta nueva dosis.
Las miradas son coincidentes: hace falta evidencia científica para saber quiénes realmente deben recibir un cuarto pinchazo y a cuánto tiempo del tercero.
"Las vacunas no son inocuas. Si bien en general los efectos adversos son leves hay casos en los que no. Entonces poner dosis tras dosis sin respaldo científico puede no tener sentido o resultar riesgoso", dijo Antonio Montero, médico infectólogo, investigador de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), ex investigador científico de Conicet y autor de numerosas publicaciones.
En Santa Fe ya se está citando para una cuarta dosis a los mayores de 50 años que tienen tres dosis de Sinopharm (en estas personas se considera que el esquema primario es con tres dosis por lo tanto la cuarta es un refuerzo) y a personas con problemas inmunológicos como los trasplantados, pacientes oncológicos o con enfermedades que comprometen su sistema inmunitario.
"No está destinada a la población general", enfatizó el secretario de Salud provincial, Jorge Prieto. El funcionario agregó: "A nivel mundial se esta discutiendo si sirve colocar una cuarta dosis".
El objetivo
En la misma línea se manifestó la ex ministra de Salud de Santa Fe, Andrea Uboldi. La infectóloga, que tiene amplia experiencia en el campo de las vacunas dijo ayer que "el mundo se pregunta por la cuarta dosis, con qué intervalo desde la tercera, si el formato de vacunas que se diseñó para protegernos del virus Wuhan (el "original") alcanza o necesitan alguna modificación, y por otro lado, si esta vacunación va a ser para todos o un modelo similar al de la gripe que es para personas de alto riesgo como los mayores, los menores con comorbilidades o los más expuestos como el personal de salud".
"Por el momento Argentina no tomó ninguna decisión (en relación a colocarla a la población general) y se están viendo las evidencias internacionales", mencionó la experta.
Uboldi destacó que "es importante tener claro cuál es el objetivo que uno se plantea al vacunar". En ese sentido dijo: "Si es evitar las formas graves y la muerte con el esquema que tenemos hasta ahora parece ser suficiente. Si es disminuir la infección o diseminación habrá que ver: ese es el desafío que se viene".
Prudencia
Los especialistas hacen hincapié en que una cosa es la respuesta humoral (generada por vacunas y también por haber tenido el virus), que es la que miden las pruebas que conocemos, las de anticuerpos , y la otra es la memoria celular (vinculada a los linfocitos T y B).
Montero puntualizó: "No podemos confundir tener anticuerpos con tener defensas. Y hemos visto, con éstas y otras vacunas, que las defensas se activan cuando alguien entra en contacto con el virus incluso cuando los títulos de anticuerpos son bajos o nulos".
"Uno puede poner dos, tres, diez, veinte dosis, pero de allí a que eso sea efectivo es distinto. Además, el sistema inmune tiene un límite en cuento a producir anticuerpos. Yo sería más que prudente en plantear colocar dosis tras dosis", sumó.
El investigador agregó: "No olvidemos que los productores de vacunas quieren vender, pero sería mucho mejor si las distribuyen en poblaciones donde casi nadie está vacunado, en países muy pobres que son justamente los que tienen a su gente más desprotegida, con serios problemas de salud y porque es allí donde surgen las distintas mutaciones. Algunas de esas mutaciones podrían volver a ser peligrosas".
Ana Laura Cavatorta, viróloga, investigadora de Conicet, docente de la UNR, quien coordina distintos trabajos de investigación vinculados a la detección de anticuerpos durante la pandemia, señaló que las pruebas para medir anticuerpos sirven en el marco de estudios poblacionales que ayuden a tomar decisiones sobre los pasos a seguir en las campañas de vacunación contra el Covid.
"Creo que vamos hacia un camino donde estas pruebas tengan el valor de ayudar a decidir estrategias de salud pública para administrar mejor los recursos disponibles teniendo en cuenta no solo la población que fue vacunada y cómo respondió, sino también todos los que se contagiaron. De aquí en adelante no se tratará de colocar dosis a todos y cada tres meses, probablemente no. Hay que continuar los estudios".
En tanto, Montero dijo que es indispensable precisar a quiénes, dentro de los inmunosuprimidos, se les va a aplicar una cuarta dosis. "Existen un montón de problemas inmunológicos diferentes, tampoco es cuestión de vacunar con cuatro o cinco dosis a todos los que tienen alguna alteración en su sistema inmunitario. Creo que debemos apuntar a la prudencia, la racionalidad y las evidencias científicas".