El próximo jueves en la Cámara de Diputados de la Nación se debatirá, luego de dos años, el proyecto de ley de interrupción legal del embarazo o la ley de legalización del aborto en Argentina. Al respecto, el arzobispo de Santa Fe, Sergio Fenoy, habló por los micrófonos de LT9 y dijo: "Lo importante sería poder contestar estas preguntas, preguntas que yo me hago: ¿qué se pretende con esto hoy?, ¿qué se busca con esto? Me parece que es lo que deben preguntarse todos, en primer lugar los legisladores, pero decir la verdad, no lo que ya está fabricado y viene porque queda bien decir y se repite, para saber adónde va el país".
"Deberíamos preguntarnos qué queremos con la ley del aborto, qué quieren todos y quiénes la van a votar"

UNO de Santa Fe / Archivo UNO
El Arzobispo santafesino, Sergio Fenoy

Archivo UNO Santa Fe
Sergio Fenoy arzobispo de Santa Fe.
"En el fondo la pregunta que me hago y le haría al gobierno si lo tuviera adelante es: "¿para dónde vamos?, porque hemos estado en esta cuarentena interminable en Argentina, hasta la más larga del mundo incluso y se nos exigió de todas las maneras posibles cuidarnos y que nuestra libertad está debajo de la vida del otro. Por eso las libertades se han restringido y ahora cómo frutilla del postre ¿viene esto?", reclamó Fenoy.
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Al mismo tiempo afirmó que la verdadera deuda que tienen los gobernantes es la pobreza: "La mitad del país es pobre, el 60 por ciento de niños y jóvenes son pobres, y en medio de esta pobreza, ¿qué se pretende con esta ley? Pensaba esta mañana qué lindo sería si hiciéramos una ley para erradicar la pobreza de la Argentina, eso sería un milagro y hasta no me lo creería. Tengo 61 años y estuve toda mi vida en esta lucha de una Argentina que se empobrece cada vez más, se pone más mezquina, recorta sus horizontes, es un país que se está desgranando. ¡Qué podemos hacer para salir de esto!, la gente quiere vivir con dignidad, quiere trabajar, quiere disfrutar de su familia, quiere vivir. Me parece que la pregunta es ¿hacia dónde vamos? Ojalá alguien tenga la respuesta, sobre todo aquellos que son responsables del bien común".
En referencia a la ley de la interrupción del embarazo manifestó: "Alguien con sinceridad podría decir a qué apunta, a un pacto con organismos internacionales. Todos los que prestan algo lo hacen con un sentido de restricción y en este caso el aborto y el control de la natalidad están muy unidos. Nos preocupamos de lo que vamos a tener que pagar de la deuda externa y las vidas que vamos a tener que ofrecer. Todos esos organismos ponen esas condiciones porque es mucho más fácil en vez de reducir la desigualdad, reducir la cantidad de pobres. Esa es la lógica del poderoso al que no le importa la desigualdad, le importa que haya menos que pidan, menos a quienes auxiliar. Sabemos que hay organismos internacionales que prestan dinero y a cambio sugieren un control de crecimiento de la población".