La decisión del Arzobispado de Santa Fe de trasladar al padre Olidio Panigo, luego de más de dos décadas al frente de la Basílica de Guadalupe, generó una profunda conmoción entre los fieles. Por ejemplo, Oscar Roa, miembro de la comunidad, expresó: “Nos sorprendió a todos. Fue una noticia inesperada que no podíamos entender”.
El arzobispo Fenoy sobre la salida de Panigo de la Basílica de Guadalupe: "A veces las decisiones no se entienden en el momento"
El sorpresivo traslado del padre Panigo, tras 23 años en la Basílica, generó malestar y desconcierto en la comunidad. El arzobispo Fenoy explicó los motivos de la decisión.

Si bien los traslados de párrocos suelen ser habituales cada cuatro o seis años, en la Basílica de Guadalupe esta práctica no tiene antecedentes recientes. El propio padre Panigo había sucedido a Edgardo Trucco, quien permaneció en su función hasta su fallecimiento, luego de 28 años de servicio.
Más allá del impacto por la duración del vínculo pastoral, el desconcierto también se explica por el papel activo que Panigo tuvo en la comunidad. Su labor trascendió el barrio de Guadalupe, llegando a otros sectores de la ciudad y actuando con sensibilidad frente a diversas problemáticas sociales.
“La comunidad lo siente muy cercano, lo considera parte de su historia”, dijo otro vecino. Aunque algunos fieles, con resignación, afirman que “si la Iglesia lo dispone, así debe ser”, el malestar persiste, en parte por la falta de precedentes y también por la incertidumbre respecto a quién ocupará su lugar.
Paciencia
Consultado sobre el tema, el arzobispo Sergio Fenoy se refirió al traslado con palabras de calma: “Hay que tener paciencia. A veces las decisiones no se entienden en el momento, pero se toman con responsabilidad. Lamento si alguien se sintió herido, pero buscamos siempre lo mejor”, aseguró en diálogo con Fabián Acosta en el programa "Mañana UNO" por UNO 106.3 FM.
Fenoy también mencionó su encuentro con el papa Francisco en julio del año pasado y celebró su reciente participación en las celebraciones de Semana Santa. “Aunque no pueda presidir las celebraciones, sigue presente. Escribe el Viacrucis, deja un gesto, un texto. Él mismo está redescubriendo cómo servir en sus condiciones actuales”, expresó.