La actividad económica de la provincia de Santa Fe cayó por tercer mes consecutivo, marcando el final de un ciclo de expansión que había comenzado en abril de 2024.
La economía santafesina retrocede por tercer mes consecutivo y enfrenta señales de estancamiento
Un nuevo informe del Centro de Estudios y Servicios de la Bolsa de Comercio de Santa Fe alerta sobre una desaceleración progresiva de la actividad económica provincial. La industria, la construcción y el consumo, entre los sectores más afectados.

La economía santafesina retrocede por tercer mes consecutivo y enfrenta señales de estancamiento
Así lo advierte el último reporte del Centro de Estudios y Servicios (CES) de la Bolsa de Comercio de Santa Fe, que señala que la tendencia negativa se acentúa mes a mes y pone en riesgo una recuperación sostenida.
En mayo de 2025, el Índice Compuesto de Actividad Económica (ICA-SFE) mostró una retracción interanual del 5,0%, ubicándose apenas en el límite superior del rango histórico de crecimiento. La desaceleración se da en un contexto nacional marcado por el ajuste fiscal, que si bien estabiliza las cuentas públicas, genera un freno en el dinamismo económico, particularmente en sectores como la industria y la construcción.
Menos empleo, menor consumo y caída de inversiones
El informe destaca que sólo uno de los ocho indicadores del ICA-SFE registró un crecimiento mensual en mayo. La mayoría mostró signos de estancamiento o caída. Aunque los puestos de trabajo registrados crecieron 0,3% mensual, la variación interanual fue prácticamente nula. Desde septiembre de 2023, se recuperó apenas el 68% del empleo perdido.
En contraste, la demanda laboral cayó un 7,1% mensual y un 7,2% interanual, acumulando cinco meses en baja. A esto se suma una pérdida del poder adquisitivo: las remuneraciones reales cayeron un 1,6% mensual, consolidando un saldo negativo en los primeros cinco meses del año.
El consumo también muestra señales de agotamiento. Las ventas en supermercados cayeron un 0,2% mensual, tras siete meses consecutivos en alza. Rubros clave como almacén, bebidas, lácteos e indumentaria fueron los más afectados. Aun así, se mantienen 2,6% por encima del mismo mes del año pasado.
La inversión en bienes durables también se resiente
Los indicadores vinculados a la inversión muestran caídas mensuales en patentamiento de vehículos nuevos (-2,8%) y en el consumo de cemento (-2,2%), aunque aún reflejan mejoras interanuales del 71,6% y 25,1%, respectivamente.
Los recursos tributarios provinciales se retrajeron un 0,2% mensual, con la caída de los tributos coparticipados (IVA y Ganancias), apenas compensada por un leve crecimiento en la recaudación de Ingresos Brutos. A nivel interanual, los ingresos están un 7,1% por encima de mayo de 2024.
Producción industrial: señales mixtas
En cuanto a la industria, el consumo de gas —un indicador clave— cayó 3,8%, séptima baja consecutiva, y se encuentra en niveles similares a los de la pandemia. En cambio, el consumo de hidrocarburos líquidos creció un 1,4% mensual y un 3,7% interanual, apuntalado por el sector agroindustrial.
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En el agroindustrial, la molienda de soja y girasol creció 3,9% en junio, aunque se mantiene 0,6% por debajo del mismo mes del año anterior. En tanto, la producción primaria láctea subió 0,4% mensual, con un incremento interanual del 4,9%, aunque continúa afectada por el consumo interno y la rentabilidad.
La faena bovina cayó 0,5%, mientras que la porcina mantiene ocho meses de crecimiento sostenido. Ambas suman un crecimiento interanual del 4,3%.
La maquinaria agrícola, en baja
Un dato llamativo del informe es que la producción de maquinaria agrícola, que venía de 14 meses consecutivos en alza, cayó 3,4% en junio. A pesar de esta baja, todavía crece 74,4% en la comparación interanual, lo que refleja que el sector conserva cierta tracción.
Perspectivas: sin políticas de mediano plazo, la recuperación se aleja
El informe concluye que la economía provincial enfrenta un techo en su crecimiento, condicionado no sólo por la coyuntura nacional e internacional, sino también por la falta de políticas estructurales que mejoren la competitividad del aparato productivo. La ausencia de estrategias sostenidas en infraestructura, servicios y reducción de costos amenaza con consolidar una nueva fase de estancamiento.