Con una inflación nacional del 1,6% en junio, el índice más bajo en más de dos años, crecen las dudas sobre si esta desaceleración se traduce en una mejora real del poder adquisitivo. Para analizar el dato y su impacto en la provincia, el economista y docente universitario Alberto Papini dialogó con Fabián Acosta en el programa Mañana UNO por UNO 106.3 FM.
Precios y poder adquisitivo: "La inflación baja, pero el bolsillo aún siente el golpe del ajuste"
Alberto Papini, economista y docente universitario, analizó el 1,6% de inflación nacional de junio y advirtió sobre el impacto de la devaluación, los aumentos de tarifas y la pérdida del poder adquisitivo

¿Porqué la gente “no siente” la baja de la inflación?
En la entrevista, Papini desmenuzó el comportamiento de los precios, explicó por qué la gente “no siente” la baja de la inflación y advirtió sobre los efectos del ajuste, la pérdida de poder salarial y la presión de una devaluación que ya empezó a notarse.
—¿Qué lectura hacés del 1,6% de inflación que marcó el INDEC en junio?
—Es una inflación baja para lo que es la Argentina, y se ubica dentro de un sendero de descenso, producto de las políticas que viene instrumentando el gobierno. Si bien en Capital Federal dio un poco más alto por la carga de servicios, en otras regiones como la Patagonia fue incluso menor.
—¿Y en Santa Fe? ¿El número suele diferir mucho del promedio nacional?
—No, Santa Fe siempre está bastante cerca del promedio nacional, quizás con algunas centésimas por encima, pero sin grandes diferencias. Hay que esperar el dato del IPEC, pero no debería haber sorpresas.
—¿Qué rubros impulsaron el índice y cuáles mostraron bajas?
—Educación y servicios como agua, gas y electricidad fueron los que más subieron, en torno al 3% y 4%. En cambio, en alimentos y bebidas prácticamente no hubo aumentos, y en algunas zonas incluso hubo deflación.
—Sin embargo, mucha gente dice “yo voy al súper y no veo esa baja”. ¿Por qué?
—Porque la inflación se mide con una canasta que está desactualizada. Esa canasta no refleja con precisión lo que hoy gasta una familia en servicios como electricidad, vivienda o salud. Si se actualizara, mostraría que el costo de vida real es más alto y eso, además, elevaría los índices de pobreza.
—¿El Gobierno va a actualizar esa canasta?
—Esa actualización está lista desde 2018 pero no se aplica, justamente porque mostraría un país con más pobreza. Entonces, el Gobierno prefiere mantenerla como está.
—¿Julio puede romper con esta tendencia de baja?
—Sí. Ya hay mediciones semanales que anticipan subas en algunos rubros, sobre todo por la suba del dólar. Eso era previsible porque el tipo de cambio estaba atrasado y, tarde o temprano, tenía que corregirse.
Los sueldos
—¿Qué pasa con los salarios? ¿La gente realmente recuperó poder adquisitivo?
—Depende de con qué se compare. Si lo medís contra los primeros meses del año pasado —cuando hubo una brutal devaluación—, parece haber mejora. Pero si lo comparás con el mismo período de 2023, la caída del salario real sigue siendo fuerte.
—¿Y cómo impacta todo esto en Santa Fe?
—Santa Fe no es una isla. Las provincias dependen de la macro nacional. Y el ajuste lo están pagando sobre todo los empleados públicos, los jubilados y las pymes. Muchas empresas están bajando precios para poder vender y eso significa menor rentabilidad, incluso con riesgo de cierre.
—¿Qué escenario ves para los próximos meses?
—El Gobierno va a tratar de mantener la inflación controlada restringiendo aún más la emisión. Pero si la presión cambiaria sigue, y si las condiciones internacionales o del agro cambian, ese equilibrio se va a volver cada vez más frágil.
La entrevista completa:
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