La idea que tienen todos los técnicos es la de contar con dos jugadores por puesto. Y el entrenador de Colón Julio César Falcioni no es la excepción. Por ello, para afrontar la doble competencia le pidió a los dirigentes que hagan un esfuerzo para conformar un plantel competitivo.
Colón y un recambio que no logró aportar soluciones
Y los refuerzos llegaron (en total fueron ocho) pero por distintas circunstancias y a la hora de apelar al recambio no resultaron solución. En consecuencia, salvo en el bloque de ataque, las diferencias entre titulares y suplentes están muy marcadas. Existe un abismo, entre aquellos que juegan regularmente y los que lo hacen esporádicamente.
Eso se advierte fundamentalmente en el mediocampo y también en la defensa. Cuando no están Federico Lértora, Rodrigo Aliendro y Christian Bernardi, la estructura se resiente de manera muy notoria. Y eso también sucede en defensa cuando no juegan Eric Meza y Rafael Delgado.
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En ataque, no existe tanta diferencia entre Luis Rodríguez, Lucas Beltrán, Facundo Farías y Ramón Ábila. Pero en las otras líneas la diferencia es sideral. Con el agravante de que dos jugadores que podrían ser recambio no están a disposición como Cristian Vega y Juan Sánchez Miño.
El encuentro ante Arsenal reflejó la falta de recambio, un equipo alternativo que casi no pateó al arco, frente a un rival que estaba penúltimo y que había ganado un solo partido. En esta oportunidad ni el ingreso de los titulares en la etapa complementaria logró recomponer la imagen.
Por ello, a excepción del ataque, Colón no cuenta con un recambio importante y eso se notó cuando comenzó a afrontar la doble competencia. A la hora de apelar a los nombres sin tanto rodaje, la respuesta no fue la esperada y lo dejó afuera de la Copa de la Liga.