Al mundo del fútbol sorprendió la historia de vida que unía a Ismael Quilez con Colón. Durante varios meses iba al entrenamiento en bicicleta en comparación al resto de los jugadores, que llegan en sus autos lujos y de último momento. Oriundo de barrio Chalet, no ganaba lo suficiente para darse esos placeres y, por si fuera poco, tampoco lo tenía entre sus prioridades, ya que en su cabeza buscaba otra cosa antes.
Ismael Quilez: "A Colón lo llevó el alma y no lo voy cambiar"
"Siempre lo charlo con mi vieja, que tuve un gran objetivo en este deporte, que era salir del barrio donde vivía y tener una casa más grande, porque estábamos en una muy chiquita. Éramos seis personas en una piecita y uno anhelaba ver a la familia feliz más allá de los sueños de uno de jugar en Primera y en el club del que es hincha. Sentía que a partir de esta ilusión podía cambiarle la vida a mi familia", contó en charla con el LT10 el actual lateral derecho de Central Córdoba de Santiago del Estero, finalista de la Copa Argentina y que a sus 30 años (16 de noviembre de 1989) recuperó nuevamente su mejor nivel.
En su momento, sorprendió su partida de Santa Fe. Más que nada, porque se había ganado el puesto con solidas actuaciones que lo llevaron a ser citado a la Selección Argentina en 2010. Fue así como debió encontrar nuevos horizontes en otros equipos, pasando por Quilmes, Racing y Aldosivi. Tanto es así como mas de una vez se rumoreó con su retorno.
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" Se me hace complicado dejar de lado el hincha cuando hablo de Colón. Cuando arranqué a jugar, muchos me decían que se va el fanatismo y a mí realmente no me pasó, por más que no tenga tatuajes de Colón ni sepa todas las canciones. La verdad lo llevo en el alma y es algo que no puedo cambiar. Cada vez que habló del club me cuesta", reveló.
Pero siempre una incógnita saber qué pasó, ya que dejó de ser tenido en cuenta y muchos ni se dieron cuenta de su salida. Después de varios años sin hablar del tema, se animó a romper el silencio: "Yo me fui mal. Hasta diría que fue desapercibida mi salida. Todavía no sé por qué. Como estaba la cosa, me atrevería a decir que me terminaron haciendo un favor. Los contratos eran muy bajos y me pagan como a un nene con un sueldo mínimo. Seis meses antes de que finalice mi vínculo había firmado uno previo y luego no era lo que había firmado. Fue como jugar casi gratis. Estaba muy por debajo de lo normal. Me sentí valorado recién cuando me fui".
"Nunca supe el motivo por el cual me dejaron libre. Hacía un año y medio que había estado en la Selección y sin embargo nadie me dijo nada. Lo único que me duele es que no pude dejarle nada al club. Lo único fueron años, porque estuve desde los cuatro hasta los 22. Me refiero a dejarle dinero por una venta o algo así para que el club obtenga un beneficio", agregó.
En el final de lo más granado de la charla, fue contundente: "Alguna vez voy a decir la verdad. Hoy no puedo hacerlo, porque quedaría preso de mis palabras. Como muchos sabemos, dar el nombre de alguien que maneja muchos clubes podría condenarme a seguir jugando y que se me cierren puertas. Cuando sea necesario, lo diré. Pero la gente lo sabe. Se sabe bien".