Foto: prensa Colón
La situación que obligó a que Julio Comesaña cambie de planes
Después de jugar su último amistoso de pretemporada ante Atlético de Rafaela, el entrenador de Colón, Julio Avelino Comesaña, tenía pensado realizar este miércoles por la mañana una práctica liviana al comienzo, pero con incremento de intensidad progresivo. Siempre con pelota, ya que la premisa es que el equipo tenga una mayor posesión.
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Es algo que el plantel va entendiendo, ya que en el ciclo anterior de Eduardo Domínguez se prefería más el pragmatismo: es decir el pelotazo a Javier Correa. Muchas veces le funcionó y en otras no tanto. Por eso el conductor sabalero sabe que no es algo que se impulsa de un momento a otro sino que hay que trabajarlo.
Como casi todos los amistosos fueron a puertas cerradas –a excepción de Nacional en Paysandú, que solo se pudo seguir por internet–, se puede tener una ínfima idea de la propuesta actual, aunque el DT confesó en las últimas conferencias de prensa que se va viendo su impronta, pero falta. Ante esto, se pretendía utilizar los días que quedan para fortalecer los ejercicios, pero la lluvia forzó a que se modificaran los planes.
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Es así que, en lugar de moverse en el predio Ciudad Fútbol, el grupo se trasladó a un gimnasio cerrado, donde casi todo fue físico. Obviamente que ante las adversidades climáticas no se puede hacer nada y solo resta pensar en lo que viene. Sin embargo, se nota que Comesaña no quiere perder un día sin entrenamientos de campo.