La derrota de Colón en Santa Fe por 1-0 ante Estudiantes (RC) por la fecha 30 del grupo B de la Primera Nacional, dejó un saldo deportivo preocupante y un escenario que ya es insostenible. Pero más allá del flojo nivel en la cancha y por eso no llamó la atención el silencio del plantel una vez terminado el partido.
Silencio absoluto en Colón tras otro revés que lo hunde cada vez más
Despúés de la derrota ante Estudiantes (RC), solo el DT Ezequiel Medrán habló en Colón, ya que los jugadores se fueron cabizbajos y en silencio reinante
Por Ovación

UNO Santa Fe | José Busiemi
• LEER MÁS: Colón se volvió adicto a las derrotas y no para de tocar fondo en una campaña desastrosa
A la salida de los vestuarios, ningún jugador habló con la prensa. Todos se retiraron en fila, directo hacia el colectivo, sin brindar declaraciones y dejando en claro que el clima no es el mejor. Si bien era casi cantado que sucediera por el contexto, siempre se espera que alguien rompa el molde, de la cara y asuma la voz de un equipo que no para de defraudar.
• LEER MÁS: Medrán, tras otra derrota de Colón en Santa Fe: "El primer rival somos nosotros mismos"
El presente de Colón es caótico en lo deportivo: suma 18 derrotas en el torneo y aún no puede asegurar la permanencia. Lo único que mantiene un hilo de esperanza es que los rivales directos tampoco sumaron, pero la realidad es que el margen es mínimo y el equipo sigue dependiendo de sí mismo.
Colón, en silencio
La próxima fecha será decisiva. Colón deberá visitar a Talleres de Remedios de Escalada, que se juega su última carta para evitar el descenso: si no gana, pierde la categoría. Será un partido de hacha y tiza, con mucho en juego y la presión total sobre un Sabalero que, al menos, necesita rescatar un punto para empezar a sellar su permanencia.
• LEER MÁS: El uno por uno de Colón en la derrota ante Estudiantes de Río Cuarto
Mientras tanto, el silencio de los jugadores refleja lo que ocurre puertas adentro: un plantel golpeado, sin respuestas y con un final de torneo que promete ser un verdadero suplicio.