La canasta que mide la Defensoría de la Tercera Edad encabezada por Eugenio Semino para jubilados y pensionados comprende alimentos, productos de higiene, limpieza, medicación e insumos, vivienda, entre otros ítems. El ítem vivienda representa un 30% del total ($59.000), alimentos un 20% ($41.233) y medicamentos un 12% (24.774), siendo que los mismos son considerados con los descuentos del Pami.
La canasta básica de los jubilados subió 107% en un año
En la actualidad, 4,5 millones de jubilados cobran haberes mínimos, es decir $58.665 más un bono que se pagará hasta el mes de mayo de $15.000: llevado a porcentajes, los que cobran la mínima no llegan a cubrir un 25% de sus necesidades basicas.
Desde enero de 2022 a febrero de 2023, los aumentos otorgados por la Ansés llegaron al 72,5%, muy por debajo del índice de inflación que fue de 102%.
Los bonos otorgados por le gobierno como modo de compensación, a aquellos que ganan hasta dos mínimas ($116.000) no parece alcanzar: el último anuncio que otorgó un bono de $15.000 solo para este grupo, apenas significan $500 por día más en el bolsillo del jubilado.
La conclusión a la que llega este informe indica que el problema es el sistema de financiamiento jubilatorio. Actualmente en la Argentina hay un 50% de empleo en negro, es decir no registrado que aporta cero al sistema. Y aquellos trabajadores que aportan lo hacen en menor proporción al salario real o no es un aporte significativo. Es decir, que el 50% que aporta, es insuficiente.
El defensor de la tercera edad Eugenio Semino dio a conocer el valor actual de la canasta básica de los adultos mayores, la cual asciende a los $202.064: casi cuatro veces el haber mínimo que cobran millones de jubilados.
La canasta de jubilados creció 107,8% en un año, lejos de los haberes jubilatorios y aún más lejos del valor de la jubilación mínima que cobran 4,5 millones de jubilados y que suma $58.665 más un bono de $15.000.
Estos números dejan en claro el impacto del ajuste sobre los jubilados por la vía de la movilidad jubilatoria del gobierno, que somete las actualizaciones al promedio de los salarios y a la recaudación del sistema y de la conversión del salario diferido de los trabajadores en una especie de subsidio a la vejez”. La Pensión Universal al Adulto Mayo (Puam), por otra parte, llega tan solo a $46.932.
Esta situación se expresa en medio de un nuevo robo a los jubilados, por medio del canje forzado de los bonos en dólares de la Ansés a cambio de títulos en pesos que tampoco serán saldados por el Estado y se irán devaluando con el paso del tiempo.
Por medio de esta vía de ajuste el gobierno condena a millones de jubilados a la pobreza y la indigencia, parte de lo que ha visto en las últimas cifras del Indec que arrojan un crecimiento de la pobreza y la miseria, con 18 millones de personas que no llegan a fin de mes.
El salario mínimo, que también opera como piso al derrumbe de la jubilaciones, no juega ningún papel para evitar la caída de los haberes debido a que se encuentra en valores de indigencia.