Se puede mejorar la memoria en cualquier etapa de la vida, pero para esto y para lograr aprender más y mejor, se necesita tener las herramientas correctas a la mano. La ciencia ha dedicado mucho tiempo al estudio de la memoria, a entender cómo es que se puede ir perdiendo con el paso de los años y qué es lo que se puede hacer para evitar que se deteriore y para que se vuelva más poderosa, y se han encontrado muchas cosas que pueden ser de gran ayuda.
Técnicas para mejorar la memoria y aprender más rápido
Se dice que hay suplementos que pueden ayudar, buenos hábitos que se pueden desarrollar y algunas técnicas y trucos que le dan al cerebro ese empujón extra que necesita para procesar mejor la información, para que la almacene correctamente y para que se pueda recordar cada vez que se la necesite, como en un examen, una presentación de trabajo o en una conversación.
Lo que pasa es que el cerebro es como un músculo, si se lo trabaja correctamente, se lo cuida y se lo alimenta, entonces se vuelve fuerte y eficiente, y también se lo protege contra el deterioro cognitivo y el envejecimiento, y eso es parte de lo que ayuda a tener una gran memoria.
Cinco técnicas para mejorar la memoria
Se puede hacer muchas cosas por la memoria y hay algunas que tienen el respaldo de la ciencia.
Usar la meditación
La meditación puede ayudar a fortalecer la memoria de trabajo, según explica Fast Company, citando un estudio que dice que, cuando se medita, se ayuda al cerebro a mejorar su capacidad de almacenamiento y de concentración, porque cuando se está meditando, se le da al cerebro un período de descanso en el que deja de procesar tanta información, con lo que se evita la sobrecarga.
La memoria de trabajo, según explica CogniFit, es un tipo de memoria a corto plazo que "permite el almacenamiento y manipulación temporal de la información para la realización de tareas cognitivas complejas como la comprensión del lenguaje, la lectura, las habilidades matemáticas, el aprendizaje o el razonamiento”. Es el tipo de memoria que se usa a diario, y el que usa Dory en Buscando a Nemo cuando se aprende la dirección “P. Sherman, calle Wallaby 42, Sydney”.
No dejar de hacer ejercicio
La University of St. Augustine for Health Sciences confirma lo que muchos estudios han dicho antes, que el ejercicio físico es esencial para tener una memoria fuerte y poderosa, por mucho más tiempo.
La universidad explica que el ejercicio de tipo aeróbico ayuda a proteger la zona del hipocampo, que tiene que ver con la memoria y el aprendizaje, además de que reduce el estrés y ayuda a mejorar la calidad de sueño, que son otros dos puntos que son muy buenos para el cerebro.
Juegos mentales
El cerebro se debe mantener activo para que sus capacidades y habilidades se mantengan fuertes, y una buena forma de lograr esto es por medio de los juegos mentales, que ayuden a desafiar al cerebro y a practicar la memoria y el aprendizaje.
Los juegos de números, de palabras, de estrategia y que lleven a identificar patrones o a resolver problemas son de los más recomendados por los expertos.
Apoyarse en la elaboración
El sitio Amplifire dice que el famoso psicólogo, William James, decía que el uso de la elaboración es la clave para la mejor memoria, esto consiste en tomar experiencias y conocimientos y construir una red alrededor de ellos, relacionándolos con otra información y datos para armar una especie de rompecabezas. Se trata de asociar la información nueva con la que ya se tiene almacenada, para que esa relación ayude a fortalecer el recuerdo y a poder encontrarlo fácilmente cuando se necesite.
Por ejemplo, cuando se aprende una palabra nueva, se puede asociar con cosas que la representan, así no solo se entiende mejor, sino que se aumentan los conocimientos y se mejora la memoria.
Usar el “chunking”
Ness Lab dice que el "chunking" consiste en dividir la información en grupos más pequeños, lo que hace que sea más fácil retenerlos y procesarlos.
Chunk, o fragmento en castellano, se refiere a una unidad de información en la memoria a corto plazo. Esto puede ser una palabra o una serie de números, por ejemplo. Gracias a esta técnica, se puede adaptar a los límites de la memoria a corto plazo, y formatear la información en esa pequeña cantidad de unidades.
La idea es que se analice cada sección de la información que se quiere aprender y que se intente aprender bien antes de pasar al siguiente. Una vez que se tenga todo, se puede ir uniendo esa información en la mente para que se tenga todo completo. Esto hace que el proceso de aprendizaje sea menos abrumador y menos estresante.
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