Según un reciente informe, siete de cada 10 argentinos no viajarán esta temporada de verano de vacaciones. El aumento de costos y la pérdida del poder adquisitivo transforman el descanso en un privilegio inalcanzable para la mayoría. El impacto de la recesión económica se profundizó respecto del año anterior.
Verano austero: casi 80% de los argentinos se queda sin vacaciones por la crisis
Las vacaciones pasaron a ser un privilegio inalcanzable para los argentinos. Se recorta la cantidad de días de viaje y florece el "turismo de cercanía"
Las vacaciones de los argentinos acotadas por la crisis económica
En enero de 2025, 70,2% había señalado que no viajaría por motivos económicos, mientras que en la medición actual ese porcentaje ascendió a 78,2%.
El panorama turístico para el verano 2026 se presenta sombrío. La situación económica fuerza a las familias argentinas a reconfigurar sus prioridades, colocando al esparcimiento en el último escalón de la lista. Con una inflación que no da tregua en sectores claves, el tradicional viaje a la costa o a las sierras se ha convertido en una meta imposible.
Vacaciones desinfladas
- 78,2% de deserción: siete de cada diez argentinos confirmaron que no tienen planes de viaje para este verano.
- Recorte de gastos: quienes sí viajan, lo harán por períodos más cortos (un promedio de tres a cinco días) y eligiendo destinos de cercanía.
- El factor precios: los costos de alojamiento y transporte han subido por encima de la media salarial, dejando fuera del mercado incluso a la clase media.
Un cambio de hábito forzado
Ante la imposibilidad de viajar las opciones se reducen a:
- "Turismo de patio": uso de piletas hogareñas o clubes locales.
- Salidas de un día: visitas a quintas o parques recreativos cercanos sin pernocte.
- Consumo gasolero: prioridad absoluta en la compra de alimentos frente a cualquier gasto recreativo.
La temporada que se avecina marca una de las brechas más profundas de los últimos años entre el deseo de descanso y la realidad del bolsillo.
















