Laura Bartolacci, muy joven, creó la Fundación La Capital en momentos muy difíciles de la historia del país, entre finales de 2000 e inicios de 2001. Una situación que a nadie le resultaba indiferente y se reflejaba en los rosarinos, en las empresas y las instituciones.
El Museo Diario La Capital despide a Laura Bartolacci, su impulsora y gestora, una creativa inagotable
Su ausencia deja un espacio sin reemplazo, pero quedará el legado de esa fuerza arrolladora e incansable que contagiaba a quienes la conocieron y trabajaron con ella
Eran momentos complejos, que llevaron al diario a reflexionar sobre cómo involucrarse con la sociedad y aportar a una reestructuración de la Argentina, que era imprescindible. En ese escenario, Laura, recién egresada de la carrera de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UNR, se embarcó en el proyecto de la Fundación.
En los comienzos, su desempeño tuvo un perfil netamente social, impulsado por una situación de mucha inestabilidad e incertidumbre, de carencias y necesidades urgentes que debían ser escuchadas y atendidas. Con su fuerza, recorría desde los barrios más vulnerables hasta las instituciones más prestigiosas de la ciudad, buscando tender puentes entre el diario y la sociedad. A partir de 2004, con una situación social más estable, la Fundación comenzó a expandirse en otras áreas: la académica y la cultural con el Museo Diario La Capital.
Incansable, emprendedora, creativa, detallista con el trabajo, no paraba de generar proyectos. Era guerrera y tenía una personalidad de líder que todo equipo necesita para funcionar. Propició alianzas con distintas organizaciones de la ciudad y del país que permitieron llegar a diferentes actores sociales con el poder de penetración de este medio de comunicación. Quienes trabajaron a su lado recuerdan haber sido inspirados por su modo de encarar los desafíos que implicaba alcanzar siempre esa meta propuesta con tesón y una energía envidiable.
Como directora ejecutiva de la Fundación se destacó en un mundo de hombres que ocupaban mayormente los espacios de poder y donde las mujeres, por aquellos años, no tenían el lugar que actualmente ocupan en una sociedad más abierta e inclusiva. Igualmente, con su personalidad fuerte, se ganó el respeto en un lugar bastante difícil para el género femenino.
Desde febrero de 2024, tras su paso por la gestión pública como Subsecretaria de Vinculación Ciudadana municipal, volvió al diario desempeñándose como gerenta de Relaciones Institucionales de La Capital. Desde este nuevo puesto continuó con su tarea de vincular a este diario histórico con toda la comunidad. Y, además, con grandes proyectos, y siempre con una mirada hacia el futuro y de vanguardia.
Con tristeza, el diario despide a Laura, quien falleció de manera totalmente inesperada. Su ausencia deja un espacio sin reemplazo, pero quedará el legado de esa fuerza arrolladora e incansable que contagiaba a quienes la conocieron y trabajaron con ella. Hoy el desafío es que esa energía siga presente llevando adelante sus últimos proyectos. Hasta siempre, Laurita.