El abogado y uno de los fundadores del CRAI, el doctor Eduardo Tejerina, en el marco de los 50 años que cumplió la institución de la autopista, escribió un libro al que denominó Origen. El objetivo fue rescatar el trabajo de la gente que contribuyó a la construcción del club, y lo plasmó en 84 páginas. La obra literaria es un homenaje a la amistad, y narra hechos e historias conocidos por el autor, quien tiene la particularidad de haber sido el socio número 1.
El Origen del CRAI contado por uno de sus protagonistas
Eduardo Tejerina escribió un libro sobre la historia del CRAI al que denominó Origen. Un homenaje del primer secretario Gitano
El Origen del CRAI, en la pluma de un Gitano
El doctor Eduardo Tejerina, tiene 75 años, y fue pieza fundamental en la fundación del CRAI, cuya fecha de fundación se remonta al 22 de octubre de 1974. El libro está dedicado al primer presiente del club, Jorge Alberto Maciel Vincent, a su hermano, el doctor Julio Alberto Tejerina, y a su entrañable amigo Alberto César Carignani, Garrocha, generadores principales de esta odisea que es el CRAI.
"Me importó que halla una historia del CRAI. Quería rescatar el trabajo de gente grande que contribuyó a la construcción del club, varios incluso han fallecido. Quería hacer conocer como se laburó, porque eramos la primera comisión directiva, lo busco transmitir con el corazon" fue lo que primero señaló Eduardo Tejerina a UNO Santa Fe.
El socio número 1 de la entidad de la autopista contó que "el libro refiere principalmente a la época que jugábamos en el colegio Inmaculada, después Ateneo Inmaculada hasta que se hizo el CRAI, a fines del 74. Lo termino después de la gira del 79, que la primera que hizo el CRAI y que fue por Sudáfrica. Una gira inolvidable, porque ahí comenzamos a jugar en serio porque nos enfrentamos a rivales muy duros".
- ¿ Como surgió la idea del Origen ?
- Se me ocurrió a mí, porque el origen es el comienzo de todo. Me voy a concentrar en la historia, no olvidarme de la gente grande, aquellos que ya han fallecido, la gente chica que laburó mucho. Se lo dedico al primer presidente, Jorge Alberto Maciel, a mi hermano Julio Alberto, y al entrañable amigo César Alberto Garignani, Garrocha, generadores principales de esta odisea de haber fundado el CRAI.
- ¿Qué cosas contas en el libro?
- Todo lo que cuento es del momento en que se crea el CRAI. Hay un momento histórico, en el año 73, un entrenador, que se va con unos jugadores a Liceo, y lo quería llevar a todos. Ellos tenían cancha, cuando estaba en avenida Blas Parera, y nosotros ya éramos los Gitanos, porque anduvimos por distintas canchas, ya que primero usábamos la de Pontoneros en Santo Tomé, Lagomarsino que era el jefe, y Benito Guglielmone, que también andaba por ahí. Eso fue en el 71-72, y después se pone jodida la cosa por la aparición de la guerrilla. Ahí surge, cuando el padre del Pelado Maciel, le donó un terreno para que hagan un club de rugby, junto a su socio Eduardo Villa.
- ¿ Que significa para vos estos 50 años del CRAI ?
- Me parece algo extraordinario, y no lo puedo creer. Nunca hubo una elección, siempre nos poníamos de acuerdo. Hicimos esas dos primeras giras porque era un momento económico extraordinario, hacíamos las fiestas en Piedras Blancas, lo trajimos a David Lebón a la Tecnológica, todo con el objetivo de poder hacer las giras.
- ¿ Sos el socio número 1 del CRAI ?
- Sí, soy el socio número 1 del club, porque yo fui el primer secretario, tuve que hacer la lista de socios, y me puse primero. Debo agradecer el apoyo que recibí para hacer el libro por parte de Marthita; mis hijos Jimena, Wenceslao, Azucena, y a nieto Teo. Siento que haya pasado tanto tiempo y no haber tenido esta inquietud mucho antes.
- ¿ Como fueron esos comienzos del CRAI ?
- Los comienzos del club, los inicios, fueron de mucho sacrificio, ya que éramos jugadores, entrenadores y dirigentes. Nos pusimos a laburar nosotros, no contratamos mano de obra. Conseguimos que nos presten unas guadañas para cortar los yuyos, después la Tatenguita nos prestó una máquina, para tener algo parecido a un césped. No teníamos agua, entonces ellos nos dieron un tanque. A fines del 74 se fundó el club, y a principios del 76 logramos inauguran la cancha. El Jockey había cerrado el rugby, sacaron las H, y entonces, nosotros utilizamos esos postes. La fuimos mejorando a la cancha, y el laburo se dedicaba a las diferentes cosas.
- ¿ A quienes recordás de esos comienzo del CRAI ?
- Recuerdo de esos comienzos a varios dirigentes, pero básicamente al padre del Pelado Maciel, que era un genio, y del viejo Ordano, que era otro tipo con mucha paciencia. Después estaba Jorge Bruno, que después fue vicepresidente, un tipo con muchas relaciones, y nos ayudaba mucho. Pichai tuvo 21 años de presidente del club, por decisión de todos, que cuando él renuncia, asume Julio, que había sido capitán siempre.