En la noche del pasado lunes, un tenso episodio de violencia ocurrió en una vivienda de barrio Guadalupe Oeste. El propietario de la casa en cuestión, identificado como Adrián, se encontró con un delincuente armado con un machete dentro de su propia casa al momento de llegar a su domicilio.
Barrio Guadalupe Oeste: un vecino llegó a su casa y se encontró a un delincuente con un machete
Entre dos vecinos pudieron reducirlo. "Fui a hacer la denuncia, pero me dijeron que lo iban a liberar porque no llegó a robar", expresó el dueño de la vivienda.
El delincuente intentó escapar, pero fue inmovilizado por Adrián y otro vecino hasta que llegó la policía. Ambos hombres sufrieron lesiones en las manos durante el enfrentamiento.
El incidente tuvo lugar alrededor de las 20:30 en una residencia ubicada en Pavón al 2100. Al llegar, Adrián encontró a su expareja en la entrada, quien le advirtió sobre la presencia del ladrón en el interior de la casa.
Armado con un machete
Al mirar por un ventiluz, Adrián reconoció al ladrón, un conocido del vecindario, quien le pidió: “Adrián, déjame salir”. Al negarse a permitirle la salida, el delincuente comenzó a destruir las ventanas e intentó huir por el portón, sin éxito. Luego se trepó al tapial, pero lograron reducirlo en el suelo durante aproximadamente 40 minutos, hasta la llegada de la policía.
Durante este período crítico, el delincuente atacó a Adrián y a su vecino con el machete, causándoles heridas en las manos. Según relató Adrián, su vecino recibió puntos de sutura por las lesiones. “La impotencia es enorme. No pude ir a trabajar hoy porque tengo todas las ventanas rotas y no puedo dejar solo a mi hijo”, comentó en Sol Play.
Adrián también expresó su preocupación sobre la situación legal del ladrón. “Fui a hacer la denuncia, pero me dijeron que lo iban a liberar porque no había llegado a robar. Esto me llena de temor, ya que temo que vuelva”, afirmó.
El propietario subrayó su preocupación por la seguridad de su familia. “No le tengo miedo, pero sí temor a que regrese. La situación te obliga a actuar de manera extrema. Mi hija estaba aterrorizada, y es doloroso escucharla decir que casi me golpea en la cara. No deseo esto a nadie”, concluyó.