Fue una mañana fría en barrio San Agustín. Ambos abrieron las puertas de su casa para contar a UNO Santa Fe, cómo un año después de haber denunciado que su hijo fue golpeado por efectivos policiales, continuaban con sus vidas.
El trasfondo de una fotografía que expuso un abuso policial: parte II
Por Ignacio Mendoza
Roberto "Beto" Herrera y Cándida Eulogia Sandoval son quienes aseguraron que la cicatriz que tenía en el rostro su hijo, Lautaro Herrera, había sido provocada en un claro abuso de violencia institucional. Inclusive, se constituyeron como querellantes en la causa que se tramita en la Justicia provincial y que lleva adelante el fiscal Sergio Álvira. Además, la foto de Lautaro fue elegida por la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina para el anuario de los mejores registros fotográficos.
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En aquella nota, extrañamente, el padre de Lautaro no quiso salir en la foto. ¿Qué ocultaba? ¿Por qué esconderse si lo que buscaba era pedir justicia por su hijo? Son algunos de los interrogantes que se hizo, internamente, quien suscribe estas líneas aquella mañana en el norte de la ciudad.
Un año después, surgieron algunas respuestas a esas preguntas.
"Beto" Herrera y Cándida Sandoval hoy están detenidos y procesados por venta al menudeo de drogas y como si fuera poco, están involucrados con quien además busca, desde la cárcel, llegar al Concejo Municipal: Luis "Coco" Bergallo.
Los padres de Lautaro fueron detenidos el pasado 7 de julio por efectivos de Prefectura Naval tras una investigación del fiscal federal, Walter Rodríguez, por su conexión directa con el clan Bergallo. De su domicilio, los pesquisas secuestraron 30 gramos de marihuana y 3 gramos de cocaína. Todo fraccionado en distintos envoltorios. A su vez, también se encontró un balanza "Top House Use For Family" y otros elementos.
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Los vínculos de "Beto" Herrera y Sandoval con el clan Bergallo no surgieron por sí solos. Herrera fue el comienzo de la investigación que desbarató al clan narco ya que la pesquisa tuvo su inicio a raíz de un enfrentamiento entre varias personas -con armas de fuego de por medio- ocurrido en inmediaciones de barrio San Agustín el 23 de agosto del 2016. Tanto Herrera y Sandoval, participaron desde ese altercado que terminó denunciado en la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones de la provincia.
En este sentido, fue el mismo juez federal, Francisco Miño, quien sostuvo en su procesamiento que "ellos -por los padres de Lautaro- conocían la existencia de la droga incautada en su domicilio al momento del allanamiento -en el que se encontraban presentes- y que la poseían con el fin de comercializarla".
La afirmación del magistrado no hizo lugar a los dichos de Sandoval, la cual en la indagatoria declaró que la droga secuestrada que se encontraba allí era porque ella padece de adicciones. No dijo lo mismo Herrera, quien se abstuvo a declarar.
Los dichos de Sandoval permiten desestimar cualquier versión de una posible "cama" efectuada por la denuncia de violencia institucional. El estupefaciente estaba en la vivienda.
Esa respuesta que surgió de aquella pregunta, tiene un dato más aún.
Es que Sandoval, fue además pareja de Víctor Esteba "Pola" Almirón y es madre de Víctor Esteban "Puchinga" Almirón, recientemente condenados en el Tribunal Oral Federal de Santa Fe por haber montado una organización abocada a la venta de estupefacientes y que distribuía en los barrios Loyola Sur, Yapeyú y La Tablada.
Así, como en 2016, quien suscribe estas líneas contó el trasfondo de la foto que expuso abuso policial contra Lautaro Herrera, este año, debe indicar, también, cuáles fueron sus interrogantes en aquella mañana fría en barrio San Agustín.