La Agencia Santafesina de Seguridad Alimentaria (Assal) lanzó una campaña titulada “Los alimentos no toman sol” para alertar sobre los hábitos riesgosos a la hora de cocinar y comer que pueden provocarnos enfermedades transmitidas por alimentos (ETA).
"Los alimentos no toman sol", la campaña de verano de Assal
En diálogo con el programa Ahí Vamos (de 9 a 12 por FM 106.3 La Radio de UNO) la integrante de Assal, Médica Veterinaria María de la Luz Ducommun, dijo que diariamente, pero sobre todo durante las épocas de mayores temperatura, “como consumidores desarrollamos y promovemos escenarios que son riesgosos en cuanto a la condición en que mantenemos, conservamos, elaboramos o consumimos alimentos” que pueden constituir un riesgo para nuestra salud.
“En general siempre decimos que las temperaturas seguras para los alimentos son las temperaturas en los extremos, es decir, los alimentos que están conservados en frío y los alimentos que están muy calientes (que se consumen apenas cocinados”, explicó la especialista. “El problema son los intermedios, cuando dejamos enfriar los productos mucho tiempo después de la cocción o sacamos productos de la heladera y empieza a subirles la temperatura”.
Ducommun aseguró la temperatura media es lo que más les gusta a las bacterias, que son las principales causantes de enfermedades transmitidas por alimentos, para crecer. “Cuando aumenta el número de bacterias aumenta la probabilidad de que al consumir ese alimento desarrollemos una ETA”.
Algunas de las enfermedades más conocidas son botulismo, salmonella, brucelosis caprina y marea roja. Los principales síntomas que generan son trastornos gastrointestinales como dolor abdominal, diarreas, náuseas y vómitos, a veces acompañados de fiebre. También pueden presentarse síntomas neurológicos, ojos hinchados, dificultades renales y visión doble, entre otros.
Un enemigo durmiente
“Siempre hablamos de que los alimentos no son estériles, siempre están expuestos al ambiente y a las condiciones externas, entonces es imposible que sean estériles”, dijo la especialista de Assal.
Esto significa que los alimentos siempre tendrán bacterias, pero lo importante es que no sean patógenas y que además estén en una cantidad tan baja que no constituya un peligro.
“Las temperaturas de refrigeración de heladera no matan las bacterias que ya existen; si bien puede bajar un poquito la cantidad de bacterias que tenga, en realidad no se mueren, se mantienen en standby”, precisó Ducommun. “Cuando cocinamos el alimento a más de 60° ya empezamos a matar y a disminuir la carga de bacterias”.
Por lo tanto, un alimento refrigerado correctamente pero que ya estaba contaminado no va a disminuir la carga por estar en la heladera. “Además, si después se saca y a lo mejor se deja 3 horas a temperatura ambiente, la ya alta carga que traía antes de guardarlo en heladera va a empezar a aumentar más”, ejemplificó.
“Tanto la limpieza personal como de los alimentos que se van a consumir, sobre todo de los crudos, es importantísima”, insistió.
La prevención, ante todo
En general, las bacterias que pueden producir una enfermedad no alteran al alimento. “Es por ello que uno puede ver el alimento que está perfecto, que todavía no alcanzó a descomponerse: cambiar el color, cambiar el olor, cambiar el sabor, y sin embargo tiene un desarrollo de bacterias que puede afectar nuestra salud”, dijo la experta.
Y agregó: “Lo que pasa en verano es que uno tiene más actividades sociales, de juntarse, de comidas masivas, y siempre hay que tratar de que sean alimentos que no requieran cuidados especiales para su consumo, es decir, alimentos que no haya que consumirlos calientes o frío, y que además estén elaborados con ingredientes o con productos que no requieran heladera”.
En este sentido, la vocera de Assal comparó las acciones preventivas para los alimentos con las medidas de cuidado ante el coronavirus, asegurando que “lo que aprendimos para covid lo deberíamos haber incorporado antes”.
“El hecho de ir al baño y no lavarse las manos y luego manipular alimentos; o antes de cocinar, venir de la calle y manipular alimentos sin lavarse son cruciales en la contaminación de alimentos. Si son alimentos frutas o verduras crudas que luego no las cocinamos, con nuestra propia manipulación cargamos de bacterias un alimento que antes era más seguro”, advirtió.
Finalmente, recordó: “Si uno no implementó acciones preventivas de cuidado en la manipulación, aunque el alimento no esté verde o no tenga mal sabor, ya puede estar contaminado”.
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