Las alarmas comunitarias se convirtieron en una valiosa herramienta a tener en cuenta por los vecinos de la ciudad a la hora de pensar en la seguridad. Un fiel reflejo de esa situación es el crecimiento que han tenido en los últimos años.
Alarmas comunitarias: hay instaladas 140 y se expanden en toda la ciudad
En la actualidad hay un total de 140 alarmas instaladas, un 26 por ciento más que en relación a noviembre del 2018, cuando había 111. Si bien la mayor parte de ellas se concentran en zonas cercanas al centro, cada vez se expanden más en la ciudad y ganan terreno en nuevos barrios. El nuevo sistema está integrado al sistema de video vigilancia municipal.
En diálogo con UNO en la Radio, el subsecretario de Prevención y Seguridad de la Municipalidad, Mariano Hoet recordó que las alarmas comunitarias arrancaron en el 2013 con una prueba piloto en barrio 7 Jefes: “Actualmente, estamos hablando de 140 alarmas comunitarias distribuidas en toda la ciudad, algunas vecinales tiene un poco más; puede haber mayor concentración en 7 Jefes, en Candioti, en Mariano Comas, en República de los Hornos”.
"A la fecha –contó Hoet– haciendo un cálculo pequeño, sencillo, estamos en alrededor de 40 mil vecinos que son beneficiarios indirectos de este sistema". Recordó que la alarma se coloca en las esquinas: “Son 100 metros hacia cada punto cardinal. Si cada uno de estos frentistas tiene cuatro habitantes por casa y hablamos de 140 alarmas, rápidamente superamos los 40 mil beneficiarios. Casi un 10 por ciento de la población de la ciudad se ve beneficiada por este sistema”.
Funcionamiento y costo
Cada vecino (beneficiario de la alarma comunitaria) tiene un llavero (siete mil en total) con tres funciones: “Se puede disparar una sirena, encender reflectores o disparar la sirena, encender los reflectores y mandar una señal que es tomada por el centro de monitoreo municipal que activa todo un protocolo”.
“Nosotros –continuó el funcionario municipal– nos comunicamos con el vecino que activó la señal. Sino podemos hacerlo con él, lo hacemos con el vecino. Inmediatamente nos comunicamos con el 911 para que se produzca el despacho del móvil policial hacia el lugar”.
“Los principales promotores y difusores de esta herramienta, más allá de lo que hace el propio municipio son los vecinos y realmente reportan una mejoría, se sienten más seguros” agregó.
Este año, el gobierno de la ciudad presentó el sistema de integración de cámaras de vigilancia con las alarmas comunitarias. “Da la posibilidad de que los vecinos sumen cámaras vinculadas a este sistema de alarmas comunitarias y desde el municipios las monitoreamos”, detalló Hoet.
El municipio lo que hace es afrontar los gastos del monitoreo, en tanto que los vecinos son los encargados de comprar el dispositivo; la central, la sirena, los reflectores y llaveros. “En el caso de las cámaras son también los vecinos los que aportan la cámara, la conexión a internet; en tanto el municipio realiza el monitoreo. Cuando los vecinos pulsan el botón porque hay una situación sospechosa que amerita la presencia policial, nosotros tenemos la posibilidad de tomar las imágenes (en ese momento) de las cámaras que ellos han colocado”, añadió.
En relación a las activaciones, el subsecretario de Prevención y Seguridad de la Municipalidad comentó que “desde que el sistema funciona (2013) ha habido aproximadamente dos mil pulsaciones (sin tener en cuenta falsas alarmas)”.
Por otra parte, dio precisiones en relación a los costos que tiene para los vecinos su instalación: “Nosotros les indicamos los requisitos técnicos, las características que el equipamiento tiene que tener para que pueda ser monitoreado por el municipio pero no tenemos vínculo con los proveedores. Son los vecinos los que tienen que contactar a un proveedor”.
Sin tener en cuenta el impacto y consecuente reajuste por devaluación, la colocación de las alarmas arrancan en los 30 mil pesos. Agregarles las cámaras, implicaría aproximadamente unos 50 mil pesos más; lo que implicaría un total de 80 mil pesos.
“Cuando nosotros presentamos este sistema, el cálculo era que mas o menos cada frentista debía poner entre mil y 1.500 pesos por única vez para sumar cámaras. También depende de cuántos reflectores quieren poner los vecinos, si quieren poner solo en la esquina o en toda la cuadra, cuántas cámaras. Eso surge del consenso, del acuerdo que realice el grupo de vecinos”, explicó.
Por último, aclaró que “los vecinos tienen el gasto inicial pero una vez que la infraestructura está operativa, el monitoreo lo hace el municipio”.