En las últimas 48 horas, 15 personas fueron atacadas por palometas mientras se bañaban en las playas de la laguna Setúbal, entre ellas, una menor de 12 años. Este miércoles el municipio decidió que la playa de la Costanera este santafesina solo quede habilitada como solárium.
Ataque de palometas: "Los casos más agresivos crecen en escenarios de altas temperaturas y el río bajo"

Las palometas atacaron a algunos bañistas que estaban en la costanera Este. Foto: archivo UNO Santa Fe.

José Busiemi/ UNO Santa Fe
UNO Santa Fe consultó a Pablo Scarabotti, biólogo del Conicet y de la UNL, sobre la presencia de las palometas en la laguna Setúbal, su comportamiento y las recomendaciones para los santafesinos que usan el río para la recreación y el disfrute.
"En Argentina, el grupo al que se llama vulgarmente palometa, está compuesto por tres especies distintas de peces que se diferencian en coloración, forma y tamaño, pero que tienen la misma actividad y técnica alimentaria: se alimentan de aletas y escamas de otros peces y eventualmente pueden arrancar partes de tejido de otros peces", comenzó explicando el biólogo.
"Estos peces están prácticamente todo el año en la zona de Santa Fe. La especie de mayor tamaño, a la que se suele denominar como palometa pantanosa, aparece después de inundaciones extraordinarias y pueden ser, si la temperatura y el río permanecen altos, una de las especies más abundantes en años con crecientes del río", recordó el especialista y continuó: "Después están las otras dos especies que son de menor tamaño, pero no por eso son menos agresivas. De hecho, la mayoría de los ataques tienen que ver con las especies de mediano y pequeño tamaño".
El especialista aseguró que las palometas "están todo el año en la zona, pero en la época estival con temperaturas muy elevadas y la disminución del nivel del agua, generan un efecto de concentración. Con temperaturas altas, estos peces aumentan el metabolismo y consecuentemente la necesidad de alimentos volviéndose más agresivos, puntualmente en este contexto de peces carnívoros".
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"Las palometas en particular tienen un comportamiento de grupo y se estimulan unas a otras en la acción de ataque. Los dos fenómenos, el aumento del metabolismo y el efecto de agrupación de los peces, se incrementan las chances de arremetidas con las altas temperaturas y los bajos niveles hidrométricos", explicó el especialista.
Advirtió que "en primera instancia, cuando ocurre un episodio de ataque de palometas en un balneario, todas las personas deben salir del agua. Además, si existieron casos de ataques y las condiciones de temperatura alta y bajo nivel del río continuaron, se recomendaría que la gente deje de seguir ingresando al agua.
En esa línea alertó: "Si los municipios decidieran realizar actividades de balneario, lo que se recomienda como medida paliativa, es colocar redes con boyado de paños relativamente finos para delimitar zonas de entre 5 y 10 metros de ancho para arrastrar y limpiar esa área desde la playa y hacia la profundidad para impedir el acceso a los peces".
Las recomendaciones en la ciudad de Santa Fe y la región, con las altas temperaturas permanentes en verano y el pronóstico de aguas bajas, es inevitable no pensar en una convivencia permanente con las palometas. "Como primera medida no arrojarse al agua en lugares solitarios sin ningún tipo de protección. Segundo, y sabiendo que estos peces pueden tener en su época reproductiva comportamientos agresivos cerca de los lugares donde alojaron sus huevos, no es recomendable acercarse a los lugares como embalsados de vegetación donde generalmente ponen los huevos", enfatizó.
Por último indicó que "generalmente, los casos más violentos y severos son mutilaciones de falanges, tantos de pies como de manos. La letalidad en los casos de mordeduras de palometas no son comunes, pero podrían darse por situaciones de infecciones no controladas y, por otro lado, si llegara a darse un ataque en grupos muy importantes".