La presencia de celulares en las aulas es un tema que divide aguas en el sistema educativo santafesino. Mientras algunos docentes intentan incorporarlos como herramienta pedagógica, otros remarcan que funcionan como un factor de distracción que afecta la atención y las relaciones entre los alumnos.
Debate abierto en Santa Fe: ¿qué lugar deben tener los celulares en la escuela y cómo regular su uso?
La especialista santafesina Agustina Gasser llamó a repensar los usos de la tecnología en la educación y remarcó la necesidad de que los adultos fijen límites claros


En diálogo con Mañana UNO por UNO 106.3 FM, la licenciada en Psicopedagogía, reconocida por su labor profesional y sus declaraciones sobre temas educativos, Agustina Gasser, consideró que “los celulares ya forman parte de nuestra vida cotidiana, pero en la escuela no se puede desconocer que interfieren tanto en los procesos de aprendizaje como en los encuentros sociales entre pares”.
Según explicó, los adultos cumplen un rol clave: “Los chicos no tienen todavía el autocontrol necesario para adecuarse a una norma. Por eso, somos los adultos los que debemos regular su uso, proponer espacios de aprendizaje seguros y acompañar con presencia”.
No alcanza la ley
En relación con el proyecto enviado por el Ministerio de Educación a la Legislatura provincial para readecuar el marco legal, Gasser advirtió que no alcanza con sancionar una ley: “Sirve que haya normativa, pero lo importante es que sea cumplida. La clave está en que la norma sea clara, comunicada y que todos —docentes, familias y alumnos— nos comprometamos a sostenerla”.
La especialista también señaló las consecuencias del uso excesivo de la tecnología en edades tempranas: “Hoy vemos chicos con poca tolerancia a la espera y a la frustración. Antes había que esperar a cierta hora para ver un programa; hoy todo está disponible al instante. Eso repercute en la forma de vincularse y aprender”.
En distintos países del mundo, como Francia, Corea del Sur, Canadá y Brasil, ya se avanzó hacia restricciones más duras en el uso de celulares en el ámbito escolar. En Argentina, varias jurisdicciones, como la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aplican prohibiciones parciales.
Gasser remarcó la necesidad de buscar un equilibrio: “No se trata de negar la tecnología, sino de promover un uso responsable, estratégico y acompañado por los adultos. Los chicos necesitan aprender a manejar la tecnología, pero también a conversar, mirar al otro, esperar su turno y jugar juntos”.
Finalmente, insistió en la importancia de construir acuerdos dentro de la comunidad educativa: “Si la norma es que en el aula no se usa el celular, los docentes deben hacerla cumplir y las familias deben respaldar esa decisión. Es parte de educar para vivir en sociedad”.