La situación en el Hospital Iturraspe en su guardia pediátrica sigue dando que hablar negativamente en cuanto a la atención y el poco recurso humano con el que se cuenta para tanta demanda. Desde el efector expusieron la cruda realidad que deben soportar los pediatras para trabajar en condiciones exponencialmente desfavorables en un detallado comunicado.
El comunicado de la guardia pediátrica del Hospital Iturraspe que expone la saturación del personal
Con un total de 6.690 consultas en septiembre y 5.688 en octubre, los dos o tres pediatras trabajando en la guardia del Iturraspe trasladaron al escrito las complicaciones para trabajar en dichas condiciones, con un promedio mensual que supera las 200 consultas diarias.
Los pediatras del efector detallaron todas las acciones que deben cumplir en sus jornadas laborales, entre las que se incluyen las recurrentes atenciones a patologías de todo tipo en la población pediátrica.
En cuanto a las urgencias, los pediatras indican que se tratan "de todo tipo", puntualizando en lo que se refiere a crisis convulsivas, paros cardiorrespiratorios, quemados, ahogamientos, escorpionismo, traumatismos, accidentes de tránsito (en lo que indicaron que hay muchos producto de que en la zona los menores circulan en moto) y casos de maltrato y abuso.
Derivaciones que demoran hasta cuatro horas
A su vez, se expresaron en las dificultades que tienen los especialistas para hacer tareas de derivaciones y recepción de derivación de parte del 107, indicando que las derivaciones a otros efectores tardan entre 1,5 y 4 horas.
Sobre esto expresaron que "tanto desde el interior como del servicio del 107 muchas veces se traen pacientes para resolver en esta guardia o pasar a sector de internación. Derivar un paciente implica llamar al 107, esperar que atiendan, discutir la razón de derivación, volver a llamar al 107. En muchas ocasiones el pediatra debe subirse a la ambulancia porque no cuenta con médico o porque no se anima a un traslado de un paciente pediátrico grave.
Insultos
En el mismo sentido, la guardia pediátrica del nosocomio del norte de la ciudad hizo referencia a las tareas de entrega de medicamentos que varias veces deben cumplir los mismos pediatras: "El hospital no posee farmacia de atención al público por lo que el médico de guardia debe estar haciendo la función de farmacéutico, con insultos si no se entrega la medicación".
En cuanto a las tareas de internación transitoria los pediatras atienden seis camas que pueden pasar al doble de ese número en caso de necesitarse, atendiendo patologías de todo tipo. "En ocasiones quedan internados hasta 72 horas cuando no hay cama en piso, todos seguidos por médico de guardia", sostuvieron desde el efector. Además, los especialistas pediátricos cumplen funciones de entrega de resultados en diversos estudios de laboratorio solicitados.
Incluso los pediatras del efector realizan tareas vinculadas a los controles de salud de recién nacidos. Sobre esto expresaron que "pacientes que no consiguen turno concurren a la guardia para dicho examen, el cual no es obligatorio pero se realiza igual debido a la edad del niño".
Siguiendo con las tareas abocadas a los pediatras del Iturraspe se detallan las acciones de traumatología y cirugía infantil, entre las que se detallan "suturas, valoración de traumatismos, inmovilización y traslado". La gravedad en este apartado radica en que, según exponen desde la guardia pediátrica, el hospital no cuenta con cirujano ni traumatólogo pediátrico.
Complicaciones con licencias
Con este panorama, los profesionales expusieron las complicaciones en torno a los demás efectores y la contratación de nuevo personal, exponiendo: "Se aclara que contamos con el mismo número de consultas que el otro efector público, con menos profesionales, sin residentes, sin rotantes de medicina general en guardia, sin traumatólogo ni cirujano pediátrico, realizando derivaciones. Necesitamos contar con cuatro médicos, siendo actualmente dos o tres por guardia".
Concluyendo en su descargo, los pediatras del Hospital Iturraspe ahondaron en la cuestión de las licencias y el problema que surge ante un recurso humano tan escaso: "Si es personal con cargo de planta, se debe encontrar alguien que pueda reemplazarlo, solicitarle varios papeles, enviar todos los papeles a ministerio a través de la oficina del personal del hospital, firmar planillas, etc. El pago viene a tres o cuatro meses, con lo cual es dificilísimo conseguir un reemplazo. Con la inflación de nuestro país en tres meses siempre se cobra con menos poder adquisitivo.
En resumen, si alguien se enferma difícilmente se encuentra reemplazo, allí se disminuye el número de médicos de esa guardia. Tema aparte con las licencias, con lo que expusieron los pediatras acerca de "la presión que le genera al trabajador que trabaja en malas condiciones actuales saber que será difícil que se las otorguen y que si se puede tomar ese merecido descanso seguramente su compañero sufrirá las consecuencias".