Tanto en el extremo norte como en el sur, la laguna Setúbal a lo largo de estos últimos tres años fue cambiando de forma "espectacular", así lo explicó el docente de la Facultad de Ingeniería y Ciencias Hídricas de la UNL, Carlos Ramonell, en diálogo con Todo en Uno en UNO 106.3. En este tiempo, el fenómeno de La Niña provocó islas, sedimentación y una reducción de la capacidad de conducción de caudales.
Hace tres años hay un "proceso de reducción" de la laguna Setúbal
"Todos los modelos de pronósticos vigentes están indicando un cese de la actividad de La Niña para marzo", apuntó el experto. "Sabemos que para la región nuestra los meses de mayor lluvia son marzo y abril, entonces con una reversión de la tendencia de La Niña ya iniciada hacia febrero y avanzando hasta marzo podemos esperar precipitaciones locales que compensen situaciones como las de Laguna del Plata", agregó. En cambio, la situación del río Paraná es diferente porque las lluvias importantes son las que deberían ocurrir entre octubre y enero.
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El cambio en la laguna Setúbal estos tres años fue "espectacular" por diferentes razones según el área que se vea. En el extremo norte, la zona que cotidianamente el santafesino conoce como Chaco Chico, los cambios se dieron fundamentalmente por fenómenos de sedimentación, depositación de los cauces que llegan a la laguna dotándola de agua y sedimento, por tal motivo se formaron bancos de arena que luego se convirtieron en islas al desarrollarse vegetación por encima.
"En el extremo sur lo que vemos es el lecho de la laguna emergido en el cual se desarrolló una vegetación que se ha ido consolidando a lo largo de estos tres años. Hubo un proceso de reducción del cuerpo lagunar tanto por el desarrollo de islas en el norte, como así también una reducción de almacenamiento de agua por el volumen que ocupa la vegetación", precisó.
Ramonell manifestó que los bancos de arena que se formaron se van a ir consolidando cada vez más. "Lo que sí va a desaparecer con condiciones de altura de agua más frecuentes, como las que estábamos acostumbrados antes de agosto de 2019, es la vegetación que está desarrollada en la zona marginal de la laguna o hacia el frente de la Costanera Néstor Kirchner", explicó.
Otros cambios singulares y significativos que se dieron fueron el cierre de numerosos brazos "más o menos pequeños" conectados con el cauce principal. Estos se llenaron de sedimentos y vegetación, por lo que dejaron de ser riachos o cauces para transformarse en ambientes como madrejones, como pequeñas lagunas y pantanos.
"En el río Coronda y el río San Javier no se han dado estos fenómenos. Consideramos que el sistema del Paraná ocupa una franja cuyo ancho promedio es de unos 27 km, lo que se conoce como planicie de inundación del río, la que inunda irregularmente cuando tenemos época de caudales altos. En esa franja, donde el cauce principal solamente ocupa unos 2 km, es muy distinta la dinámica de los cauces cercanos al principal que lo que están más alejados como el San Javier y el Coronda. Mientras que los que están cercanos al cauce principal sufren la falta de agua, estos solamente experimentan una merma de agua, pero no fenómenos de sedimentación", detalló el docente de la UNL.
Cuando haya condiciones de agua normales, que "serán en cuestión de un año o algo por el estilo" porque por más que esté el fenómeno de La Niña las lluvias veraniegas ya no se van a producir, con el tiempo habrá una mejora en la capacidad de conducción de caudales de ríos como el San Javier o Coronda con relación a otros brazos cercanos al cauce principal como el Colastiné.
Por otro lado, afirmó: "Va a haber una recuperación de las napas cuando se revierte este proceso de sequía. El escenario que uno debe considerar en adelante es una vuelta hacia condiciones más normales, no digo necesariamente de exceso hídrico, pero no del déficit tan marcado que se ha estado experimentando. En las napas de la zona el río Paraná también habrá mucha influencia".
El profesional también dio a conocer que desde la UNL se armó un equipo con profesionales y se cerró un convenio con Fundación Humedales para tipificar los humedales de la planicie del Paraná en territorio santafesino.
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