La inflación no da tregua y golpea severamente los bolsillos de los santafesinos. Ir al supermercado se convirtió en un dolor de cabeza y en una muestra acabada de la devaluación del peso y del sueldo. UNO Santa Fe realizó un informe especial recorriendo supermercados y entrevistando a los clientes luego de cada compra. La necesidad de buscar precios y aprovechar las ofertas para disimular al máximo la pérdida de poder adquisitivo mes a mes. Sin la ayuda de sus hijos, una jubilada entrevistada dijo que "difícilmente podría sobrevivir" con el actual presente económico del país.
Inflación: los santafesinos hacen "malabares" para que el dinero rinda en los supermercados
Este miércoles se conoció el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de mayo, que registró un alza mensual de 7,8% y acumuló una variación de 42,2%. En la comparación interanual, el incremento alcanzó el 114,2%. Los números reflejan lo que en la realidad sienten los santafesinos: "El sueldo no alcanza".
Los días de carritos llenos y compras grandes a principio de mes ya son historia para la gran mayoría. Son pocos los que cobran y con sus sueldos pueden darse ese lujo.
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"Dos días a la semana hay que venir al super para ir haciendo las compras de lo que se necesita. En cada compra se gastan entre $8 mil y $10 mil. Son estrategias para que te rinda más el sueldo. Antes se hacían las compras a principio de mes, pero el poder adquisitivo bajó tanto que ya no se puede; además, los precios suben todos los días. Cuesta mucho", contó una de las entrevistadas a la salida del supermercado.
"Lo que pasa es que tenés que recorrer para encontrar los mejores precios, obviamente. En las pequeñas diferencias que hay en cada barrio se puede ahorrar, pero hay que tener tiempo, ganas y medios de transporte", manifestó otra de las personas consultadas.
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Una jubilada salía de un super de barrio Centenario con una listita de productos escritas en un papel. "Me anoto todo lo necesario para no gastar ni un peso de más", aseguró y continuó agregando: "Solo compro lo que está en oferta o promoción, como arroz, fideos o leche".
La misma mujer fue categórica cuando se le consultó sobre la economía del mes: "Mi hijo nos hace la provista del mes porque soy jubilada y mi sueldo no alcanza para nada. Yo vivo con ellos sino no podría ni alquilar un lugar para vivir. La inflación nos está comiendo a todos".
Todos los entrevistados por UNO Santa Fe saliendo de distintos supermercados en diversos barrios de la ciudad, coincidieron en una misma sensación: la desazón de saber que gran parte del sueldo se deja en la compra de alimentos y que la inflación impactó de tal manera en el bolsillo familiar que el poder adquisitivo es cada vez menor. Ya no existen trucos efectivos de ahorro para cuidar la billetera porque el sueldo alcanza menos cada mes.