El 23 de abril de 2016, la ciudad de Bahía Blanca quedó conmocionada: Micaela Ortega, una nena de 12 años, salió de su casa creyendo que iba a encontrarse con una amiga que había conocido por Facebook. Detrás del perfil falso había un hombre: Jonathan Omar Luna, de 26 años, quien la manipuló durante semanas, la secuestró y finalmente la asesinó. El caso reveló una modalidad hasta entonces desconocida para gran parte de la sociedad: el grooming, la captación de menores por medios digitales con fines de abuso sexual.
La lucha incansable de Mónica: "El grooming es la puerta de entrada a abusos, extorsión y trata, y la pena es muy baja"
A nueve años del femicidio de Micaela Ortega —el primer caso judicial de grooming seguido de muerte en Argentina—, su madre, Mónica Cid, habló con UNO 106.3 sobre la prevención en entornos digitales
Gobierno Provincia Santa Fe
Fue el primer femicidio del país vinculado a grooming y derivó en una condena histórica: 35 años de prisión. También impulsó la sanción de la Ley Mica Ortega (27.590), que hoy establece un programa nacional de prevención de violencias digitales.
Desde entonces, su mamá, Mónica Cid, se transformó en una referencia nacional. Recorre escuelas, brinda asistencia a familias víctimas, trabaja en prevención municipal y lucha para que lo que le ocurrió a su hija no vuelva a repetirse.
En diálogo con el programa Dame Radio por UNO 106.3, habló de la Justicia, del dolor que no cesa y del nuevo escenario digital que expone a niños y adolescentes a riesgos que evolucionan todos los días.
“Lucho para que otros chicos vivan. A Mica no la salvamos, pero sí podemos salvar a los demás”
—Mónica, han pasado nueve años desde el femicidio de su hija. ¿Cómo la encuentra hoy esta fecha?
—Con la misma lucha de siempre. Es un dolor que nunca se va, pero transformarlo en prevención me ayuda a seguir. Yo digo siempre que mi lucha ya no es por Mica, porque llegamos tarde. Es por todos los demás chicos y chicas que hoy están expuestos al mundo digital sin herramientas.
“En 2016 nadie sabía qué era el grooming. Ni yo, ni Mica, ni casi nadie”
—En aquel momento, el término “grooming” recién empezaba a aparecer. ¿Qué sabía usted entonces?
—Nada. Y duele decirlo. Mica tampoco sabía que detrás de esa supuesta nena de 12 años había un adulto manipulándola. No había charlas en las escuelas, no había protocolos, no había campañas. Si alguien nos hubiera explicado mínimamente qué era grooming, quizás Mica estaría viva.
—El caso marcó un antes y un después en la Argentina.
—Totalmente. Fue el primer femicidio donde se pudo demostrar el delito de grooming como antesala del crimen. Por eso la condena fue tan fuerte y por eso salió la Ley Mica Ortega.
Mónica Cid. Se transformó en una referencia nacional.
¿Qué es el grooming hoy en Argentina?
En 2023, según datos de Justicia, el grooming fue el tercer delito digital más denunciado del país, detrás del ciberestafas y la difusión de imágenes íntimas sin consentimiento.
Según organizaciones civiles:
-El 70% de las víctimas tiene entre 8 y 13 años.
-Las plataformas más usadas por los agresores son WhatsApp, Instagram, Facebook, Roblox y videojuegos en línea.
-La mayoría de los casos implica engaño, manipulación emocional, captación y aislamiento del entorno familiar.
“Los chicos cambian de conducta. Ese es el primer aviso”
—¿Cuáles son las señales de alerta para las familias?
—Un cambio de actitud. Dejan de hablar, se aíslan, se enojan sin motivo, esconden el celular. El grooming es manipulación. No tiene que ver solo con sexo; empieza con amistad, con empatía falsa, con regalos virtuales. Los chicos no se dan cuenta. Y muchas familias se culpan. Pero los culpables son los abusadores, no las víctimas.
“Tenemos que preguntarles también cómo les fue en las redes”
—¿Qué puede hacer una familia cuando nota algo extraño?
—Hablar. Los adultos tenemos que cambiar la forma de preguntar. Nosotros crecimos en un mundo sin tecnología. Ellos viven ahí. Entonces, además de “¿cómo te fue en la escuela?”, hay que sumar: “¿cómo te fue en las redes?”. ¿Quiénes te escribieron? ¿Quiénes son tus amigos ahí?
Crear confianza es la única forma de que cuenten lo que les pasa.
“El grooming es la puerta de entrada a abusos, extorsión y trata. La pena es muy baja”
—El caso de Luna terminó con una condena inédita.
—Sí, 35 años por grooming, femicidio y agravantes. Pero el delito de grooming solo tiene una pena bajísima: de 6 meses a 4 años. Es la puerta de entrada a abusos, explotación y trata. Tenemos que actualizar eso.
—Hace poco contó que recibió un mensaje del asesino de Mica. ¿Qué pasó?
—Sí. Me escribió pidiéndome perdón desde un teléfono que tenía en la cárcel. Fue devastador. Él está vivo, yo sigo luchando, y Mica está muerta. Pero tuve que activar el sistema para que le retiraran el teléfono. Porque un celular, en manos de un abusador, es un arma.
El nuevo mapa del grooming: Roblox, WhatsApp, Instagram, Snapchat
—Hoy trabaja en un dispositivo municipal. ¿Qué están viendo?
—En este momento tenemos 27 casos activos, y 25 están vinculados a Roblox. Es tremendo lo que pasa ahí adentro: los manipulan, los amenazan, les roban cuentas, los sacan del juego y los llevan a WhatsApp. Tenemos víctimas de 8 años. Snapchat es otro problema: el contenido desaparece en 24 horas. Es muy difícil investigar. Instagram y WhatsApp siguen siendo los lugares más peligrosos para adolescentes.
—¿Se trabaja lo suficiente en el sistema educativo?
—No. Falta muchísimo. La Fundación puede dar charlas, pero no alcanza. La prevención tiene que ser política pública sostenida. No podemos seguir discutiendo si los chicos usan o no usan el celular en las escuelas cuando la realidad es que ya viven ahí. La única respuesta es educarlos para cuidarse.
—¿Qué tiene que hacer una familia ante una sospecha?
—Reunir pruebas: capturas de pantalla, videos desde otro teléfono, chats. Denunciar en: comisaría de la Mujer y la Familia, o Fiscalía de Delitos Informáticos.
—¿Qué la sostiene hoy?
—Mi hijo, mis nietas, mi familia. Y cada mamá que abrazo. Cuando una mujer llega desesperada y me dice “no sé qué hacer”, y yo le contesto “tu hija está viva, vamos a acompañarte”, siento que Mica renace ahí. Esa es mi lucha. Que no haya otra Micaela.
















