La imagen de la Virgen de Luján que acompañó a los soldados durante la Guerra de Malvinas llegó el martes a Santa Fe y luego de permanecer durante toda la jornada en la Parroquia "Inmaculada Concepción y Santo Tomás de Aquino" (Santo Tomé), cerca de las 9 arribó en caravana y custodiada por los excombatientes e integrantes del grupo 2 de Abril y Gendarmería a la Basílica de Guadalupe donde se realizará el rezo del rosario a las 19 y una misa a las 19.30 y estará disponible para visitarla.
La Virgen de Luján que acompañó a los soldados en la Guerra de Malvinas está en la Basílica
Por último, el jueves a las 11.30 llegará a la sede del Liceo Manuel Belgrano, que está festejando su 75º aniversario, para despedirse y seguir camino hasta la ciudad de Paraná, en la vecina provincia de Entre Ríos.
En diálogo con la prensa, José Luis Vega de la agrupación de excombatiente de Mavinas, 2 de Abril, quienes custodiaron a la imagen durante su recorrido dijo: "les quiero agradecer a todos que nos acompañen en este momento tan especial que estamos viviendo los veteranos de guerra. Tenemos la madre nuestra que la hemos traído en caravana desde Santo Tomé y fue algo increíble. Hubo mucha emoción, había gente arrodillada en la Costanera viendo pasar la caravana. La impronta este año es "Malvina nos une" y por supuesto hoy nos unió a todos nosotros".
La historia de la imagen
El párroco del la Basílica de Guadalupe, Olidio Panigo, dialogó con el Móvil de UNO y contó parte de la historia de la imagen y afirmó: "Es muy importante para la historia de nuestro país y para aquellos que participaron del conflicto bélico, porque para ellos es un signo de ese acompañamiento de la virgen como madre, que no quiere la guerra, pero nos acompaña en las distintas circunstancias que nos toca vivir, principalmente en ese momento y también lo debe de haber sido para los soldados del Reino Unido, ya que a nadie le gusta ir a la guerra y matar a alguien".
"También debe ser vista como símbolo de unidad, porque además de haber estado acompañando a los soldados argentinos en Malvinas, cuando terminó la guerra un capellán inglés la llevó al Reino Unido y la colocó en la catedral castrense, donde estuvo durante 37 años para rezar por los caídos de ambos países. Más tarde un grupo de laicos argentinos de la diócesis de Quilmes, provincia de Buenos Aires, empezó a seguir el rastro de la imagen de la Virgen de Luján y cuando se enteraron dónde estaba, le pidieron al obispo castrense argentino que realice las gestiones para que pueda retornar al país. El ofrecimiento desde Argentina fue una réplica para reemplazarla".
Muchos se preguntaron por qué se la llevaron al Reino Unido, a lo que el sacerdote respondió: "Simplemente por devoción, porque más allá de que la Virgen de Luján sea la patrona de Argentina, es una imagen de María y cuando los obispos comenzaron el intercambio de correspondencia hablaron de la importancia de María más allá de ser la patrona del país. El encuentro de los dos obispos llevando sus imágenes se dio en Roma, donde el papa Francisco las recibió, bendijo, las entregó y luego vinieron al país".
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"Lo interesante es que debajo de la imagen hay una inscripción que dice "familia Benso" que fue la que donó la imagen. Cuando en su momento durante el conflicto se pedían donaciones para los soldados de chocolates o ropa para el frío, cada uno llevaba algo y la familia, muy devota de la virgen decidió comprarla y llevarla a una base aérea y de allí la trasladaron a Malvinas", continuó.
"No se había podido encontrar a esta familia en un primer momento, pero cuando durante su recorrido llegó a la Diócesis de Merlo, aparecieron. El hombre era panadero, y ya había fallecido pero quedaba su esposa y sus tres hijos que se pusieron muy contentos por saber la historia y el valor que tomó", cerró Panigo.