Lionel Messi tiene previsto su arribo a la provincia de Santa Fe este miércoles, tras cerrar una agitada gira promocional por India. Junto a su familia, el astro argentino aterrizará en el Aeropuerto Internacional de Sauce Viejo (por el cierre de la estación de Fisherton), y desde allí continuará por vía terrestre hacia su casa de Funes, a las afueras de Rosario.
Operativo de seguridad y logística: Messi aterriza en Sauce Viejo junto a toda su familia bajo un fuerte hermetismo
El operativo de seguridad y logística se ajustará sobre la marcha, con fuerte hermetismo para evitar aglomeraciones tanto en el aeropuerto de Sauce Viejo como en la ruta hacia Rosario.
El operativo de seguridad y logística se ajustará sobre la marcha, con fuerte hermetismo para evitar aglomeraciones tanto en la terminal aérea como en la traza hacia el Gran Rosario.
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Como ocurre en cada receso de fin de año, la expectativa por la llegada de Messi es máxima, aunque se descuenta que los movimientos de Leo serán lo más discretos posible para preservar la intimidad familiar.
Según trascendió, el capitán de la Selección Argentina arribaría en su avión particular a Sauce Viejo y, tras completar el operativo habitual, se trasladaría en un vehículo con seguridad privada hasta Funes, localidad del Gran Rosario, donde suele alojarse cada vez que regresa al país.
Sauce Viejo, alternativa aérea en pleno proceso de crecimiento
El eventual arribo del futbolista se da en un contexto particular para la terminal santafesina. El Aeropuerto Internacional Rosario (AIR) continúa con trabajos de refacción, lo que derivó en que varios vuelos sean reprogramados hacia Sauce Viejo, que desde esta semana sumó además la habilitación de la zona primaria aduanera, consolidando su condición de aeropuerto internacional.
Ese escenario potencia la visibilidad del aeropuerto local, que podría convertirse circunstancialmente en la puerta de ingreso al país del jugador más reconocido del mundo.
Funes, el refugio familiar para Navidad y Año Nuevo
Una vez en la región, Messi se instalará en su ya habitual refugio del barrio privado Kentucky, en Funes, donde pasará las Fiestas rodeado de su círculo más cercano. Allí compartirá Navidad y Año Nuevo junto a su esposa Antonela Roccuzzo, sus hijos, sus padres y hermanos, entre otros eventuales invitados, en una dinámica que se repite desde hace años y que convirtió al corredor Rosario–Funes en escenario obligado de su descanso.
Para los vecinos, la presencia del capitán campeón del mundo suele sentirse más en el rumor que en la imagen: breves apariciones, salidas puntuales y un nivel de resguardo que creció al compás de su exposición global. No obstante, la sola confirmación de su estadía vuelve a poner a Rosario y su periferia en el mapa mediático internacional, con la atención centrada en cada movimiento del 10.
Un brindis especial: el casamiento de su hermana
En esta visita, además de las celebraciones tradicionales, Messi tendrá un compromiso muy especial: el casamiento de su hermana María Sol, previsto para el 3 de enero, también en la zona de Rosario. El evento sumará otro componente emotivo a la estadía del mejor futbolista del mundo.
La ceremonia, que se organizará con fuerte reserva, se perfila como uno de los hitos sociales de la temporada en la región, aunque sin despliegues públicos como el recordado casamiento de Leo y Antonela en 2017, en el hotel del casino de Rosario.
Regreso a Miami: segunda semana de enero
El capitán argentino llega a su país tras una temporada intensa con Inter Miami y la selección argentina, y con otro año de alto voltaje por delante. En cuanto a su vuelta a Estados Unidos, las proyecciones apuntan a que Messi regresará a Miami durante la segunda semana de enero, en sintonía con el calendario competitivo de Inter y el inicio de la pretemporada.
Diversos medios coinciden en que el plan es que el 10 rosarino retome la actividad de cara a la MLS, liga que acaba de ganar con su equipo, con un descanso acotado pero suficiente tras su exigente año deportivo.
La agenda se define, como siempre, en función de las necesidades deportivas y de la selección argentina, que ya mira de reojo los próximos desafíos internacionales: la Finalissima ante España, en marzo, y el Mundial desde junio, copa para la que Leo aún no confirmó presencia pero se estima que jugará su sexta, todo un récord.
















