Pipo es un gato que fue adoptado durante la pandemia, más precisamente en mayo de 2020. Con su familia, dos meses más tarde se mudaron y su destino fue una casa ubicada a la vuelta de donde se encuentra la Municipalidad de Santa Fe.
Pipo: la historia del gato mascota de la Municipalidad
Por Virginia Giaime
Como todo gato es un animal curioso, que trepa y pasea por todos los rincones de la casa para explorar el terreno. Con el correr de los meses una vecina lo invitó a jugar con sus mascotas, allí se fue perfeccionando y aprendió a trepar por las paredes y salir "al mundo". De a poco fue recibido por los demás vecinos, entre ellos, los trabajadores del palacio municipal.
Sus dueños le comentaron a UNO que muchos vecinos comenzaron primero mandándoles mensajes y contándoles qué hacía o dónde estaba. ¡Hasta tenía otra familia!, pero siempre volvía a su casa. Fue a comienzos del año pasado, 2021, que tomó confianza y descubrió la Municipalidad, así que como odia estar solo, allí encontró un lugar donde lo miman, le dan de comer y hasta podía cazar palomas libremente. "Desde entonces, nos despierta todos los días, de lunes a viernes, a las 6 para arrancar su recorrido: visita a la vecina y sus gatos, baja por los techos de otro vecino y así arranca su gira por todas las dependencias de la Municipalidad. Por suerte todos lo conocen y lo reciben bien", manifestaron sus dueños.
Para conocer el paradero de Pipo surgió la idea de hacerle un perfil en las redes sociales, en este caso en Instagram, donde suben distintas fotos de los lugares donde se encuentra. De esta manera, desde el mes de septiembre la mascota tiene su propio perfil con casi 1.000 seguidores, en donde suben casi de manera diaria sus andanzas.
Sin lugar a dudas la Municipalidad se convirtió en su nueva casa. Allí todos los quieren y hasta tiene sus lugares preferidos: el Concejo (donde presencia las sesiones), Hacienda y los sillones del primer piso. Si bien casi siempre vuelve a dormir a su casa, cuando no lo hace prefiere hacerle compañía a los chicos de Monitoreo en la trasnoche de la Municipalidad.
La negrita de Casa de Gobierno
Un antecedente en una dependencia gubernamental en Santa Fe es el recuerdo de "La Negrita", una perra mestiza que para la Navidad de 2016 llegó asustada por los fuegos artificiales y decidió buscar refugio en la garita de guardia de la Casa Gris, y nunca más se fue, era cuidada por los diferentes agentes que trabajaban allí.
Participaba del izamiento de las banderas, tenía su perfil en Facebook y hasta participó de la foto oficial del brindis de 2018 con todas las autoridades. Lamentablemente la última noche de ese año, presumen que otra vez asustada por la pirotecnia, fue atropellada y pese a ser asistida falleció. Igualmente se quedó en la Casa Gris ya que en la zona donde se encuentran las oficinas de la guardia y del estacionamiento oficial, sobre calle Amenábar, detrás de la Casa Gris, debajo de tres pinos, el lugar preferido por la perra, está su tumba y una placa recordatoria con una emotiva frase: "Era mensajera de cosas bellas y se fue con ellas cuando se marchó. Se bebió de golpe todas las estrellas, se quedó dormida y ya no despertó".