La Universidad Nacional del Litoral (UNL) participa de una investigación latinoamericana que busca conocer en profundidad a los trabajadores de las plataformas de reparto y su percepción sobre las condiciones laborales y la necesidad de regulaciones.
Radiografía del trabajo en apps de reparto en Santa Fe: jóvenes, estudiantes o desempleados con salarios mínimos
Un estudio latinoamericano coordinado por la UNL revela el perfil de los trabajadores: mayoría de hombres con ingresos cercanos al salario mínimo y que piden regulación laboral sin perder la flexibilidad.

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Un estudio latinoamericano coordinado por la UNL revela el perfil de los trabajadores de apps de resparto en Santa Fe
Un estudio inédito sobre los repartidores de apps
El proyecto, denominado “El perfil de los repartidores de plataforma en Santa Fe, Argentina”, forma parte de un trabajo comparado que abarca México, Colombia, Brasil, Argentina y Uruguay. En nuestro país, la investigación es coordinada por la Facultad de Ciencias Económicas de la UNL, con la colaboración de las universidades nacionales de La Plata y de Entre Ríos.
La iniciativa comenzó en 2020, cuando las plataformas de pedidos y transporte –como PedidosYa, Rappi y Uber– desembarcaron en Santa Fe en el contexto de la pandemia. El objetivo es obtener una radiografía precisa de los repartidores: sus trayectorias, condiciones de trabajo y opiniones sobre la regulación.
El perfil de los repartidores en Santa Fe
Los datos preliminares revelan que en Santa Fe este sector es mayoritariamente masculino y joven. Predominan los repartidores de entre 19 y 25 años, para muchos de los cuales es su primer empleo. A diferencia de lo que suele pensarse, no todos provienen del desempleo: también hay jóvenes que renunciaron a otros trabajos para sumarse a estas apps, así como estudiantes que valoran la flexibilidad horaria.
Otro rasgo característico es que la mayoría de los repartidores vive solo o con su familia de origen. El tiempo promedio de permanencia en las plataformas ronda los dos años, y son pocos los que superan los tres. Para la mitad de los encuestados, esta actividad funciona como trabajo complementario a sus estudios o a otro empleo.
A pesar de considerarla una estrategia temporal, los repartidores dedican jornadas completas para alcanzar una remuneración suficiente. Según la investigación, la mayoría obtiene ingresos mensuales similares a un salario mínimo, alrededor de 300.000 pesos.
Flexibilidad y condiciones laborales
La principal motivación para trabajar en aplicaciones de reparto es la flexibilidad de horarios, aunque la investigadora Andrea Delfino aclara que “esta flexibilidad es relativa”. Los repartidores no perciben un salario fijo, sino un pago por cada envío realizado, y deben costear ellos mismos todos los instrumentos de trabajo, salvo las mochilas que las empresas les cobran.
¿Qué opinan sobre la regulación laboral?
Aunque los trabajadores se reconocen como autónomos, muchos manifiestan su deseo de mayor protección social y seguridad. Según el estudio, aspiran a una regulación laboral que les permita mantener la flexibilidad sin perder independencia. Muchos ya son monotributistas porque las empresas se los exigen y no desean volver al empleo asalariado tradicional.
En Argentina aún no existe una ley nacional que regule este mercado, a diferencia de Chile, Uruguay, México o Colombia, que ya avanzaron en normas específicas para las apps de transporte y reparto.
Próximos pasos de la investigación
La investigación continúa y prevé para el próximo año la publicación de un informe comparativo con datos de seis países de Latinoamérica. Esta información permitirá comprender mejor la realidad laboral de los repartidores de apps en Santa Fe y la región, y aportar insumos para un eventual debate sobre la regulación en Argentina.