Durante el fin de semana pasado, las instalaciones de la escuela secundaria Nº 2035, ubicada en calle Liniers al 4600 de barrio Santa Rosa de Lima, fue el blanco de delincuentes que ingresaron para hacerse de los pocos elementos que posee la entidad. A pesar de contar con un importante sistema de alarma, esta nunca sonó.
Una escuela levantará un tapial para evitar que les entren a robar
Se trata de la secundaria Nº 2035 de Santa Rosa de Lima. Allí también funciona una primaria y salas de nivel inicial. Decidieron comenzar una campaña para juntar materiales de construcción y elevar el nivel de la pared
4 de noviembre 2015 · 20:15hs
Los desconocidos, no conformes con haber robado herramientas que son utilizadas en el comedor de la entidad, arremetieron contra las instalaciones intentando quemar parte de la escuela. “Esta es la tercera vez en el año que sufrimos hechos de vandalismo”, confirmó Sandra Ceballos, directora del nivel secundario. Los directivos de la entidad estiman que los intrusos ingresan por la puerta delantera de la escuela, la cual posee un tapial que es demasiado bajo. Es por esto que ahora decidieron hacerlo más alto y de esta manera hacerla más segura. “Hacen muchos destrozos, nos han robado también elementos de la cocina, como garrafas”, agregó. Proyecto comunitario Un total de 200 alumnos acuden a diario a la institución que cuenta con turnos a la mañana y a la tarde. La directora aclaró que el comedor que poseen no solo funciona al mediodía, sino que además hay muchos chicos que reciben la merienda y el desayuno. Los hechos delictivos de los cuales han sido víctimas, generan temor en toda la comunidad educativa. Fue por esto y como consecuencia de la falta de respuestas por parte de las autoridades y responsables de la seguridad, que desde la dirección de la escuela optaron por hacer la denuncia en los medios locales. “Tenemos miedo que repercuta en la educación de los chicos, porque al faltar los elementos concretos que usamos a diario, se dificulta la tarea con ellos y con el comedor. Es una cadena, donde cada cosa repercute en la otra”, sostuvo Ceballos. La comunidad cuenta con nivel inicial, primario, secundario y una parroquia. Los actos vandálicos se han replicado tanto en el nivel primario como en la parroquia, donde también se produjeron destrozos, desmanes y robos. Desde la institución estiman que la intrusión de los malvivientes tuvo lugar el sábado pasado. “Nos dimos cuenta el lunes cuando llegamos a la escuela”, relató Ceballos. Al momento de percatarse de lo que había sucedido durante los dos días de ausencia, la sensación que invadió a todos fue de una enorme tristeza e indignación pero sobre todo de impotencia. “Desde este lugar estamos comprometidos no solo con los chicos del barrio sino con la escuela y con lo que significa el proyecto educativo”, sostuvo la directora del secundario. Ante las grandes dimensiones del predio donde se ubica la escuela, y luego de haber dialogado con las demás autoridades, se decidió realizar la ampliación del tapial que posee la escuela. Ahora están trabajando para poder recolectar el material necesario para que este tenga una mayor altura. Ladrillos, cemento y arena son necesarios para llevar adelante este proyecto que solo busca proteger el lugar donde muchos de los chicos del barrio asisten a diario. Finalizada esta tarea, buscarán la manera de cubrir la parte trasera de la escuela ya que el predio posee patios amplios tanto en su parte delantera como trasera. Reclamo constante Ceballos recalcó en reiteradas oportunidades que desde la institución se llevaron a cabo las denuncias correspondientes de los hechos ante la policía. Lejos de conformarse, también enviaron una serie de notas donde expresaban la situación que les tocaba atravesar tanto al ministro de Seguridad como al gobernador de la provincia. Sin embargo, nunca obtuvieron respuesta alguna. Violentos. Los ladrones se tomaron todo el tiempo para generar destrozos en distintas áreas del edificio de Liniers al 4600 / Foto: Juan Manuel Baialardo - Uno Santa Fe “Cuando se dio toda esta ola de inseguridad que afecta a todos los barrios de la ciudad, en un principio estaba viniendo Gendarmería y la Policía Comunitaria”, recordó la directora. Hoy esa situación cambió y los móviles ya no circulan como antes por las calles del barrio. “Sabemos que hay un destacamento de la Policía Comunitaria pero no entra al barrio concretamente, acá no se los ve. De vez en cuando anda alguno”, explicó Ceballos. Y recordó que al momento de realizar las denuncias correspondientes en la Subcomisaría 2ª de la URI, si bien tomaron su reclamo y a pesar de que la seccional está ubicada enfrente de la escuela, argumentaron que no podían acercarse al lugar por no contar con móviles ni personal suficiente. “Esa es la respuesta que nos dieron. Nos dejó atónitos, porque si está enfrente de la escuela, deberían estar más tiempo o darse una vuelta”, razonó la representante del nivel secundario y agregó que a pesar de los innumerables pedidos que hicieron a la policía para que se patrulle de noche, los fines de semana y en el horario de salida de los alumnos, nunca aparecieron. Para finalizar, hicieron saber para aquellos que estén interesados en donar materiales para la construcción del tapial que podrán contactarse al teléfono de la escuela: 4564261.