A esta altura, la falta de gol que padece Unión es realmente alarmante. Fueron muchos los partidos en los que el Tate se quedó con las manos vacías como consecuencia de su falta de contundencia. Y los números así lo reflejan, el equipo rojiblanco apenas convirtió ocho goles en los últimos 18 partidos oficiales.
El karma de Unión a la hora de mirar el arco rival
Y en el arranque de este Torneo, aún no logró marcar. Frente a Banfield generó varias situaciones, pero como es habitual le faltó eficacia. Mientras que contra Instituto llegó menos, más allá del remate de media distancia de Daniel Juárez que se estrelló en el travesaño.
Pero además hay que mencionar, que Unión tampoco convirtió goles en los dos cotejos amistosos que disputó en Uruguay, perdiendo 2-0 contra Belgrano y empatando 0-0 ante Peñarol. Así las cosas, son cuatro los partidos en los que no pudo marcar.
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Por ello, desde un primer momento, Gustavo Munúa pidió por la llegada de al menos dos delanteros. Pero el único que se sumó fue el uruguayo Thiago Vecino. Y al incorporarse más tarde, en los dos primeros partidos el titular fue Junior Marabel, quien ratificó sus dificultades para llegar al gol.
Así las cosas, lo más probable es que el uruguayo se quede con el puesto de centrodelantero. Munúa lo conoce de su paso por Nacional y es por eso que lo llamó para que venga a Unión. Pero más allá de este posible cambio de nombre, el equipo debe mejorar su funcionamiento.
De no ser así, se le dificultará aún más llegar al gol. Porque muchas veces no convirtió por fallas individuales, pero en otras ocasiones, porque el equipo no generó opciones. Preocupante por donde se lo mire, cuando llega al área rival no convierte y mucho menos cuando el arco contrario le queda lejos.