En Colón puso en marcha este miércoles por la tarde un nuevo ciclo técnico, el cuarto en lo que va del año. Ezequiel Medrán asumió como entrenador, con una misión de tratar de generar estabilidad en los siete partidos que quedan de la Primera Nacional y, sobre todo, evitar asegurar la permanencia.
Arrancó en Colón el ciclo de Ezequiel Medrán en busca de generar un sacudón positivo
Ezequiel Medrán comandó la primera práctica de Colón con la misión de intentar mejorar una campaña, cuya prioridad ahora es no preocuparse con el descenso
Por Ovación

El flamante DT dirigió su primera práctica tras ser presentado al plantel por la dirigencia, en una jornada que marcó el inicio de un breve pero intenso desafío. Su llegada es por 12 meses, aunque la continuidad estará atada a los resultados y también a lo que definan las nuevas autoridades luego de las elecciones antes de fin de año.
• LEER MÁS: Marcos Díaz, ¿otra vez en carrera en Colón tras la llegada de Medrán?
Se viene el Colón de Medrán
A Medrán lo acompañan Iván Quadrini como ayudante de campo, y Nicolás Salva y Fabián Gaspera como preparadores físicos. Se arreglará con los entrenadores de arqueros del club. El cuerpo técnico ya comenzó a trabajar con el foco puesto en corregir las principales falencias. Una de las novedades fue la presencia de Marcos Díaz, que dejó de estar apartado, aunque no se movió junto al resto, sino con el entrenador de arquero Héctor Porpatto.
Uno de los grandes objetivos será darle solidez defensiva a un equipo que es el cuarto más goleado de toda la categoría y el segundo dentro de la Zona B. A esa fragilidad se le suma la falta de contundencia en ataque, otro aspecto que Medrán pretende revertir en el corto plazo para intentar sumar la mayor cantidad de puntos posibles y evitar males mayores.
• LEER MÁS: Colón tiene DT: Ezequiel Medrán, del arco a los bancos: su carrera y los números que lo respaldan
Con el Reducido ya lejano en los números –pero que aún sería posible en los papeles–y en el ánimo, la nueva meta del Sabalero es cerrar el año con algo de dignidad deportiva y, sobre todo, con la permanencia asegurada. El desafío es enorme: no solo por la posición en la tabla, sino por el deterioro general que arrastra el equipo en lo futbolístico y lo emocional, tras tantos cambios de entrenador y una sucesión de decepciones.
Así, comenzó la era Medrán en Colón, con poco margen para el error y con la necesidad urgente de frenar la caída. El tiempo dirá si su llegada alcanza para sostener el presente... y construir algo de cara al futuro.