No es ninguna novedad que el Colón que dirige Eduardo Domínguez se siente más cómodo jugando con el resultado a su favor, de hecho a todos los equipos les sucede lo mismo. Pero está claro, que por su manera de jugar, el Sabalero es más efectivo cuando prescinde del balón y deja que su rival tenga más tiempo la pelota.
Eduardo Domínguez y una materia pendiente
Sabe jugar con espacios y defender en pocos metros. Es un equipo práctico, que sabe aprovechar las ventajas que le otorga su adversario y sacar rédito de ese contexto. No es casualidad que en la gran mayoría de los partidos que ganó, tuvo menos la pelota que el equipo contrario.
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En consecuencia, cada vez que se puso en ventaja terminó ganando los partidos, salvo excepciones, como el empate ante Independiente 1-1 en Avellaneda, la derrota como local ante Banfield por 2-1 y ante San Lorenzo que arrancó perdiendo, luego pasó a ganar y se lo empataron en el final 2-2.
Pero en las demás derrotas que sufrió, comenzó perdiendo y no pudo dar vuelta la historia. Tres de ellas como local, ante Independiente por 2-1, frente a Gimnasia 2-0 y con Talleres 2-1. A lo que habría que sumarle la caída ante Argentinos por 1-0 en Copa Argentina.