Cuando la atención del mundo sabalero está puesta en los comicios del 30 de noviembre, un nuevo conflicto de alto impacto amenaza con alterar el panorama político y económico de Colón. Según reveló Doble Amarilla, en una nota firmada por el periodista Rodrigo Rosetti, el exfutbolista rojinegro Facundo Farías prepara una solicitud formal de inhibición contra la entidad por una deuda que supera los 750.000 dólares, correspondiente al porcentaje que le corresponde por su transferencia al Inter Miami.
Se agrava el conflicto entre Colón y Facundo Farías: ¿se viene una nueva inhibición?
Facundo Farías reclama una deuda que supera los 750.000 dólares, en una situación que podría terminar con Colón con una nueva inhibición.
Por Ovación
Prensa Colón
La situación genera enorme preocupación ya que el planteo podría ejecutarse antes de las elecciones, abriendo un escenario crítico para las cinco listas habilitadas a competir. La dirigencia actual, como así también varios candidatos, se encuentran intentando frenar una sanción que, de confirmarse, condicionaría el futuro deportivo y administrativo del club.
Un fin de año convulsionado
Colón atraviesa un cierre de 2025 marcado por la fragilidad económica, la presión judicial y un clima institucional cada vez más tirante. A menos de dos semanas de que los socios elijan a las nuevas autoridades, y con una Asamblea prevista para este jueves donde se espera un debate intenso, el escenario es de máxima tensión.
En paralelo al reclamo de Farías, en las últimas horas se conoció otro conflicto: la marca Kelme envió una carta documento reclamando más de 200 millones de pesos, correspondientes a unas 7.000 prendas solicitadas por la gestión anterior una vez vencido el contrato. Según el pedido de la empresa, ese material nunca fue abonado, lo que reflota cuestionamientos sobre irregularidades administrativas del ciclo pasado.
El caso Farías, un golpe político y económico
El delantero, actualmente en Estudiantes de La Plata, argumenta que el club no abonó el 15% del pase al Inter Miami, transferencia realizada en 2023 por cerca de 5 millones de dólares. El reclamo incluye el capital adeudado —unos U$S 750.000— más intereses. Siempre según la información publicada por Doble Amarilla, Farías buscaría no solo cobrar lo que le corresponde, sino también que se esclarezca cuál fue el destino del dinero percibido por Colón.
El movimiento sacude a la política sabalera, ya que apunta directamente a exdirigentes involucrados en esta operación, algunos de los cuales integran listas que competirán en las elecciones. Si la inhibición prospera, el impacto institucional podría ser devastador.
Inhibiciones acumuladas y una que logró resolverse
Vale recordar que la entidad santafesina ya arrastra otra inhibición vigente: la del defensor paraguayo Alberto Espínola, quien reclama una deuda salarial cercana a U$S 500.000. El caso llegó a FIFA tras incumplirse el acuerdo de pago, y el fallo del organismo prohíbe a Colón reforzarse durante los próximos tres mercados de pases o hasta que la deuda quede saldada. El tema será tratado en la Asamblea del jueves.
En contraste, el Sabalero logró levantar recientemente otra sanción, vinculada al reclamo del River Plate uruguayo por el traspaso de José Neris. Allí se comprobó que los pagos —cuotas de U$S 100.000 cada una— habían sido efectuados correctamente por Colón, pero la inhibición se generó por un error administrativo del club oriental, que no notificó a FIFA la cancelación de esa deuda.
Un club en alerta máxima
El panorama actual coloca a Colón frente a uno de los momentos institucionales más delicados de los últimos años: elecciones inminentes y clima político agitado, múltiples reclamos legales en curso, riesgo de nuevas sanciones deportivas, situación económica al límite.
LEER MÁS: Colón cerró su segundo día de pretemporada mientras define contratos y proyecta el 2026
Mientras la dirigencia busca respuestas y los candidatos analizan posibles soluciones, la preocupación crece entre los socios. El conflicto con Farías amenaza con convertirse en un punto de inflexión para un club que, a pocos días de elegir sus nuevas autoridades, sigue recibiendo golpes que dificultan su reconstrucción.
















