Ni bien se desató el escándalo por el “vacunatorio vip” que funcionaba en el Ministerio de Salud se conoció la lista de allegados al gobierno nacional que se habían vacunado contra el coronavirus saltándose el orden de prioridades dispuesto para optimizar la distribución de las dosis en relación con las necesidades que plantea la pandemia.
Moyano recibió la dosis y se defendió: "No formé parte para nada de ninguna nómina de vacunados vip"

Así fue como se supo que, además del periodista Horacio Verbitsky, se habían inoculado el senador nacional Jorge Taiana, el diputado Eduardo Valdés y el canciller Felipe Solá, que viajarán este domingo junto al presidente Alberto Fernández a México, y el líder de Camioneros Hugo Moyano, su mujer Liliana Zulet y su hijo Jerónimo de 20 años.
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Moyano admitió este sábado que se había vacunado, pero no en la sede de la cartera sanitaria sino en el Sanatorio Antártida, con una partida que el gobierno había mando al centro asistencial para inocular al personal de salud. “Soy el presidente de la obra social, por lo tanto tenía la obligación de vacunarme” dijo el gremialista en AM 750.
“Me vacuné con mi mujer y mi hijo menor”, admitió Moryano, en relación a las revelaciones que se hicieron ayer tras la caída de Ginés González García, y explicó: “Mi esposa y mi pibe trabajan en el sanatorio. Se corren muchos riesgos al frente del sanatorio. La provisión la hizo el Gobierno de la Ciudad para todos aquellos que tenemos relación con el Sanatorio Antártida”.
“No formé parte para nada de ninguna nómina de vacunados vip. Se está vacunando todo el personal que está al frente del Antártida”, afirmó el titular del Sindicato de Camioneros, de 77 años. quien aseguró que es población de riesgo e insistió: “Se está vacunando todo el personal que está al frente del Antártida y se ha hecho protocolarmente”.
“Toda la documentación ha sido elevada al Gobierno de la Ciudad, en esos registros figuro yo”, aclaró Moyano, y sobre la vacunación de su hijo Jerónimo explicó: “Tiene pericarditis. Está todo el día ocupándose del Antártida, de todo lo que pasa. Siempre hay algún inconveniente y con contagios. Es fácil opinar de afuera”.
También defendió la gestión de González García. “Yo tuve contacto con él, me pareció un buen funcionario; un hombre que trabajaba y se preocupaba mucho. Pero es una decisión que toma el presidente de la Nación y hay que respetarlo. Son funciones riesgosas; porque tal vez hace todo bien y con un pequeño error ya lo condenan. Y a veces no es justo eso”, reflexionó.