Abrir los puertos de tu router WiFi es una manera rápida de mejorar la calidad de tu conexión a internet, algo que siempre es bienvenido. Ya sea que uses tu conexión WiFi para trabajar, para estudiar, para jugar en línea o para revisar tus redes sociales, sigue leyendo para descubrir qué son los puertos de un router, cómo puedes abrirlos y, sobre todo, por qué deberías hacerlo.
¿Por qué deberías abrir los puertos de tu router?
Abrir los puertos de tu router WiFi es una manera rápida de mejorar la calidad de tu conexión a internet. Sigue leyendo para descubrir qué son los puertos de un router, cómo puedes abrirlos y, sobre todo, por qué deberías hacerlo.

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Imagen ilustrativa
Todo router dispone de miles de puertos, a través de los cuales recibe y envía los paquetes de datos provenientes de servidores externos. Este es el funcionamiento básico de internet. Estos puertos funcionan como canales; cada acción, servicio o aplicación que demanda tu conexión a internet tiene un puerto asociado.
El ejemplo más común es el puerto número 80, a través del cual se gestiona la navegación web. Esta estructura de canales permite ordenar el tráfico de datos en el router, a la vez que ayuda a filtrar el contenido peligroso.
Por defecto, al adquirir un router de un proveedor, como Telecentro, la mayoría de los puertos están cerrados. Esto es así, como norma, por una cuestión de seguridad.
No es una precaución vana, sino que tiene mucho sentido: si tu casa contara con varios miles de puertas, sería lógico mantener abiertas solo las que necesitas, para evitar que se cuele un intruso por una desatendida.
De esta forma, si bien no es recomendable abrir todos los puertos de tu router, sí que puede ser muy beneficioso abrir algunos puertos específicos para encauzar mejor el flujo de datos de determinadas aplicaciones y servicios hacia y desde tus dispositivos.
Abrir los puertos de tu router también te habilita a ejecutar algunas tareas complejas, como conectarte a tu router de forma remota o alojar servidores web. Sin embargo, debes proceder con precaución: recuerda, cada puerto abierto representa, a su vez, una potencial vulnerabilidad.
Para abrir los puertos, lo primero que debes hacer es acceder a la configuración del router con tu usuario y contraseña, ingresando tu número de IP en la barra de búsqueda de tu navegador web. Luego, busca y accede a la pestaña o sección de redirección de puertos (en inglés: port forwarding).
A continuación, haz clic en añadir regla y completa los campos. Si bien este proceso puede variar según el fabricante o el proveedor del router, en general las opciones que deberás completar al definir la nueva regla son nombre (de la regla), número de IP local, rango de puertos, y protocolo.
Cuando termines de completar los campos de la sección, haz clic en guardar. Es posible que tengas que reiniciar el router para que la nueva regla de redirección de puertos surta efecto.