Brisa Leguizamón y Esteban "Pinky" Rocha, la pareja que protagonizó la boda narco donde se produjo una masacre en Ibarlucea en 2022, fue condenada en las últimas horas por una causa menor de venta de drogas, anterior a ese episodio donde fue asesinada una familia entera.
Condenaron a los novios de la boda narco de Ibarlucea por narcomenudeo: ella recuperó la libertad
En enero de 2022 su boda narco terminó en una masacre. Ella debía estar en prisión domiciliaria. Estuvieron un año prófugos y cayeron en el Paraguay.

La pareja que se casaba en la boda narco que terminó en una masacre fue condenada por narcomenudeo
En las últimas horas finalmente cerraron un acuerdo abreviado por la única causa penal que tienen: un antiguo expediente que investigó actividades de narcomenudeo en la década pasada que los ubica como "eslabones inferiores" de una organización.
Una causa de narcomenudeo de la pareja de la boda narco
Después de varios años, un tribunal convalidó los acuerdos que presentaron las defensas y la Fiscalía. Leguizamón recibió cinco años de prisión y recuperó la libertad por el tiempo que ya había transcurrido tras las rejas. Su esposo fue penado con cuatro años, que está próximo a cumplir, por lo que también quedará en libertad pronto.
El matrimonio fue capturado en enero de 2023 en Asunción, Paraguay y extraditado a la Argentina en medio de un ampuloso operativo recién en agosto de ese año.
Su luna de miel clandestina en el vecino país fue consecuencia de haber quedado expuestos en la tristemente célebre boda narco celebrada un año antes, el 29 de enero de 2022, en el coqueto salón de Campos de Ibarlucea.
La masacre de una pareja y su beba
Una fiesta con gran cantidad de invitados ligados al delito terminó en masacre: el narco Iván Giménez (33), su pareja, Erica Romero (37), y Elena, su hija de un año y medio, fueron acribillados cuando salían del casamiento a bordo de un Audi TT.
La investigación de ese triple crimen no tiene detenidos, aunque sí sospechas, y dejó al descubierto a un jugador narco hasta entonces encubierto.
El 8 de marzo de 2022 cayó detenido en un country de Córdoba Fabián “Calavera” Pelozo, oriundo de Ibarlucea y proveedor de droga de Giménez. En los años posteriores, Calavera acumuló dos condenas por tráfico de grandes volúmenes de cocaína y hoy es considerado un preso de “alto riesgo” en la cárcel de Ezeiza, aunque nunca fue acusado formalmente por el triple crimen de la boda narco.
Brisa y Esteban también quedaron en la picota. Al momento del casamiento, la novia debía cumplir prisión domiciliaria, ya que estaba procesada junto con su novio como “eslabones inferiores” de una banda de zona norte comandada por la transera Olga “Tata” Medina.
Esa causa federal, que hoy quedaría enmarcada en el microtráfico de jurisdicción provincial, refería a actividades de venta minorista entre 2016 y 2019 en los barrios El Churrasco y Parque Casas, en el norte de Rosario.
En diciembre de 2022, mientras Brisa y Esteban seguían prófugos, el caso llegó a juicio y Tata Medina recibió seis años y medio de cárcel, además de la condena de otros diez acusados.
Desde aquella incursión inicial en el narcomenudeo corrió mucha sangre y dinero, pero la sentencia a los novios de la boda narco finalmente llegó y fue convalidad por los jueces del TOF 1 Germán Sutter Schneider, Elena Dilario y Ricardo Moisés Vázquez.
Por supuesto, el delay de la Justicia es notorio: los hechos del viejo expediente no explican cómo llegaron a amasar el dinero para solventar semejante fiesta de casamiento, ni mucho menos cómo hicieron para tener fondos para continuar un año prófugos.