Este martes por la mañana, en la Sala Nº 2 de los Tribunales santafesinos se llevó adelante la audiencia imputativa y de medidas cautelares contra Augusto Joaquín Monzón, de 22 años, único detenido por el crimen de Carlos Farías, alias "Pelusa", el arbolito que fue hallado sin vida el viernes pasado en un depósito de un local de ropa en plena Peatonal santafesina. Al joven, quien manifestó ser prestamista, se lo imputó por el delito de homicidio calificado, criminis causae, en carácter de autor, lo que prevé una pena de prisión perpetua. Además afrontará el proceso judicial privado de su libertad.
Revelan detalles del crimen del "arbolito": Carlos Farías no conocía ni el comercio ni a su presunto asesino

Por Agustín Baroni

El crimen del "arbolito". El fiscal Estanislao Giavedoni junto a los familiares de Carlos Farías, encontrado sin vida en el depósito de un local de venta de ropa en plena Peatonal.
Durante la misma se pudieron conocer más detalles del macabro asesinato de Farías. Allí se pudo saber que el pasado miércoles 21 de febrero, la víctima luego de dejar estacionada su camioneta en una cochera de 25 de Mayo y La Rioja, se dirigió hacia la Peatonal santafesina y cerca de las 13.15 se acercó hasta la intersección de San Martín y Catamarca. En las filmaciones, según manifestó el fiscal que lleva la causa, Estanislao Giavedoni, "se lo notaba buscando la dirección o el punto donde debía dirigirse, como desconociéndolo".
Unos minutos más tarde se lo pudo ver, siempre a través de los registros suministrados por las cámaras de la Municipalidad de Santa Fe, saludándose con quien es el actual acusado y después ingresaron al local de ropa, California Bay, que en ese momento se encontraba cerrado al público. Pasadas dos horas, cerca de las 15.30, Monzón se retiró solo del comercio.
A Carlos Farías lo encontraron finalmente agentes de la Agencia de Trata de Personas de la Policía de Investigaciones, quienes tras recibir la denuncia de pedido de paradero y examinar los registros de las cámaras de la zona, detectaron que la última vez que se pudo ver a Farías fue entrando al mencionado local y decidieron realizar un allanamiento el viernes, donde encontraron el cuerpo sin vida del "arbolito" debajo de bolsas de ropa que se encontraban en el depósito.
La prueba de luminol, clave en el caso
Según detalló el fiscal del caso, una de las evidencias presentadas y que fue clave en la investigación fue la prueba de luminol realizada en el comercio. Allí pudieron notar los pesquisas que en el mismo local, donde atendían al público, se limpió gran parte del piso, donde había restos de manchas hepáticas (sangre), que mostraban un arrastre hasta la zona del depósito. Esto puede hacer pensar que el homicida mató a la víctima en el local y luego lo trasladó al depósito para poder ocultarlo.
Un “negocio importante”
Farías, el mismo miércoles 21 de febrero, tenía que llevar a uno de sus hijos a una clínica privada de la ciudad en un horario cercano al mediodía. Previo a esto llamó a su esposa y le comunicó que no podría llevarlo porque tenía que hacer un “negocio importante” que le demandaría mucho tiempo.
Imputación
Monzón fue imputado por el delito de homicidio calificado criminis causae en carácter de autor, lo que prevé una pena de prisión perpetua. Esta imputación se produjo porque entendió la fiscalía que tras darle muerte a Farías, Monzón le robó dinero y su celular, elementos que aún no aparecen.
Lisandro Aguirre fue el juez que celebró dicha audiencia. En representación del Ministerio Público de la Acusación estuvo el fiscal Estanislao Giavedoni, mientras que los doctores Juan José Patiño y Martín Scurato representaron a la defensa.
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