Este sábado cuando faltaban algunos minutos para llegar a la medianoche, oficiales y suboficiales de la Policía Comunitaria, que patrullaban avenida Freyre en inmediaciones de calle Mendoza, pudieron observar que los ocupantes de un auto estacionado se escabulleron en sus asientos para no ser vistos por los policías. El conductor del patrullero frenó, bajaron los policías y obligaron a los tres ocupantes a descender del habitáculo, y además, pidieron refuerzos a la central de emergencias 911.
Chequeo policial a tres hombres en un auto en Avenida Freyre y Mendoza: les incautaron cuatro armas de fuego

Por Juan Trento

Los delincuentes estaban en un auto estacionado
Secuestraron cuatro armas de fuego, balas y una barreta metálica. Los tres detenidos cuentan con antecedentes por delitos cometidos con armas de fuego. La primera especulación de los policías fue que les frustraron un golpe delictual, y además, ninguno de ellos llevaba consigo su teléfono celular, cuestión que consolida la conjetura sobre la probable comisión de un delito.
Una vez que llegaron los refuerzos, los policías comunitarios y los de Orden Público de la policía capitalina detuvieron en primera instancia a los tres ocupantes del auto, y cuando revisaron el interior del habitáculo del automóvil secuestraron del interior cuatro armas de fuego: dos de ellas de guerra, una pistola calibre 11.25 o popularmente conocida como 45 y con la numeración suprimida, y un revólver calibre 38, además de dos de uso civil: un revólver calibre 32 y otro calibre 22, corto. Todas las armas de fuego en buenas condiciones de conservación y de funcionamiento, y además incautaron balas de todos los calibres, y el Fiat modelo Adventures, además de una barreta y una pinza corta candados y un rollo de cinta plástica.
Los tres hombres detenidos fueron identificados como A. O. B. de 29 años, S. M. S. de 20 y D. F. de 21, los tres con antecedentes penales por portación de arma de fuego y delitos relacionados con la violencia, abuso de armas e intimidación pública. Los policías no secuestraron teléfonos celulares y la presunción policial es que los delincuentes no los llevaban consigo para evitar suministrar información en el caso de ser secuestrado y de seguir el derrotero de los tres, lo que evidencia que es probable que estuvieran esperando asestar un golpe delictual.